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He notado lo fácil que es para nosotras las mujeres tomar decisiones equivocadas cuando se trata de hombres.

Betsabé

La decisión de Betsabé de tener una relación adúltera con el rey David fue una decisión muy equivocada. ¿Estaba ella intimidada por su autoridad? ¿O podría haberse sentido inmensamente halagada por su atención?

Tenemos que ser conscientes de que las mujeres a menudo somos propensas a tomar muy malas decisiones cuando se trata de hombres. Nuestro deseo natural de tener un esposo y una familia puede convertirse en una obsesión que nos hace bajar nuestros estándares, pasar por alto las señales de peligro obvias y terminar en relaciones ilegítimas o matrimonios equivocados.

Recuerdo cuando una amiga me informó de su compromiso y me alegré con ella. Ella dijo: “Valió la pena esperar por él”. Tenía poco más de treinta años y había visto casarse a amigos y familiares mucho más jóvenes que ella. Hubo momentos de dolor y soledad, pero ahora está tan agradecida que esperó al hombre indicado que Dios tenía para ella.

Te insto a que seas extremadamente cautelosa acerca de las relaciones con los hombres. No tomes decisiones basadas en tus emociones o tus necesidades. Las consecuencias de esas malas decisiones afectan el resto de tu vida.

He señalado a tres mujeres en la Biblia que tomaron decisiones equivocadas y tuvieron que sufrir las consecuencias. Para Eva, fue el destierro del Edén y una vida perfecta. Para Sara, encendió una animosidad entre razas que todavía preocupa a nuestro mundo hoy. Y por Betsabé, perdió a su buen marido Urías, a quien David había matado. Luego perdió el bebé que ella y David concibieron.

Las decisiones siempre traen consecuencias. Y cuando no tomamos buenas decisiones, no podemos esperar evitar las consecuencias.