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Examinaré la diferencia entre tu empleo y tu trabajo cuando realmente eres un seguidor de Cristo. Comprender la diferencia es la clave para encontrar gozo y propósito en tu vida.
Cuando sabes qué trabajo tiene Dios planeado para ti, ese empleo ya no te domina como antes. Las frustraciones ya no te afectan como antes. Si te encuentras con un problema, lo afrontas lo mejor que puedes con la ayuda de Dios, pero siempre sabes: “Oye, esto es solo un empleo”.
Además, tus prioridades son mucho más claras cuando comprendes la diferencia entre tu empleo y tu trabajo. Tomas mejores decisiones sobre qué hacer y cómo inviertes tu tiempo. Entonces puedes priorizar tu vida para tener tiempo para tu trabajo.
Por favor, mantén presente la visión constante de presentarte ante Jesús para rendir cuentas de cómo has empleado tu tiempo aquí en la tierra. Se nos dice en 1 Corintios 3 que nuestro trabajo se mostrará tal como es en el Día del Juicio. Tendremos madera, heno o paja, o tendremos oro, plata y piedras preciosas. Y serán probados por fuego para ver cuáles perduran.
Ahora bien, la madera, el heno y la paja ocupan mucho más espacio que el oro, la plata y las piedras preciosas, ¿verdad? Y a veces nos engañamos con el volumen. Un millón de dólares podría comprar un montón de madera, heno y paja, y ocuparía muchísimo espacio. Tendrías que notarlo. Pero si compraras un millón de dólares en oro, plata y piedras preciosas, podrías sostenerlas en la mano o, como mucho, en una pequeña bolsa. Puede que no lo notes porque no ocuparía mucho espacio.
Si no entendemos la diferencia, podríamos optar por la madera, el heno y la paja porque parece más grande. Pero esas cosas se queman muy rápido cuando las enciendes con un cerillo; Mientras que el oro, la plata y las piedras preciosas sobrevivirán a cualquier fuego al que las sometas.
¿Entiendes la idea? No querrás pasar tu vida haciendo cosas que a la larga no importarán. No te dejes engañar por el volumen ni por las apariencias. Asegúrate de saber cuál es tu trabajo, lo que Dios quiere que hagas, y luego hazlo con todo tu corazón, mente y alma. Eso es oro, plata y piedras preciosas, y perdurarán por la eternidad.