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¿Alguna vez has trabajado con o para alguien que tenía delirios de grandeza? Estoy hablando de tratar con personas tóxicas y difíciles en el trabajo. La mayoría de nosotros nos hemos topado con la persona que era dominante y controladora, o que intentaba serlo.
Cómo lidiar con un compañero de trabajo dominante
Estos tipos dominantes parecen asumir que tienen derecho a dirigir a otras personas, aunque no se hayan ganado el puesto de jefe. ¿Cómo debe responder un cristiano a esta persona cuando está cara a cara con él o ella todos los días?
Siempre queremos buscar principios bíblicos que se apliquen a los problemas de nuestra relación. La Biblia nos da importantes pautas fundamentales que deben regir nuestras respuestas a las personas difíciles. Y uno de esos principios es humillarnos. A veces Dios trae personas a nuestra vida con el propósito de enseñarnos a practicar sus principios, y no hay duda de que una persona dominante realmente puede sacar lo peor de nosotros.
Al responder a una persona dominante que está tratando de dirigir tu vida, decirte qué hacer y, en general, controlarte, aquí hay algunas respuestas que serían una manera en que tú te humilles:
- Abstenerse de cualquier respuesta verbal. Solo muérdete la lengua y no digas las palabras de enojo que quieres decir.
- Debes estar dispuesto a hacer lo que te pidan/exijan, aunque no estés obligado a hacerlo. No quiero decir que siempre hagas lo que te diga, pero en ocasiones Dios puede indicarte que te sometas a ellos y lo hagas a su manera.
- Responde de manera tranquila y controlada. Esta es siempre una respuesta como la de Cristo.
Puede haber momentos en los que simplemente expliques que no puedes hacer lo que te piden, en casos en los que no tienen autoridad sobre ti, sino que simplemente quieren darte órdenes. Pero una cosa es segura, y es que no te unas a ningún chisme o difamación de este compañero de trabajo.