Play

Estoy examinando trabajar según las reglas de Jesús, porque Jesús tenía mucho que decir sobre nuestra actitud y hábitos de trabajo y nuestro desempeño.

Recuerdo la ocasión en que Jesús le enseñó a Pedro algo sobre la pesca. Encontrarás la historia en Lucas 5. Jesús estaba caminando por las orillas del Mar de Galilea y vio a Pedro pescando, o intentándolo.

Le dio algunos consejos:  

“Lleva la barca hacia aguas más profundas y echen allí las redes para pescar” (Lucas 5:4).

Nota la respuesta de Pedro:

‘Maestro, hemos estado trabajado duro toda la noche y no hemos pescado nada. Pero como tú me lo mandas, echaré las redes” (Lucas 5:5).

¿No puedes imaginar la mente de Pedro trabajando? Eres carpintero; ¿Qué sabes sobre la pesca? Soy un pescador; Sé cómo, dónde y cuándo pescar, y tus instrucciones no tienen sentido. Pero sólo porque Jesús dijo que lo hiciera, lo hizo y pescó tal cantidad de peces que sus redes comenzaron a romperse. Pedro nunca había visto algo así, y se humilló mientras alababa a Jesús y reconoció que Jesús tenía control sobre los peces y que todo lo que tenía que hacer era obedecer.

Cualquiera que sea tu trabajo, Jesús sabe más sobre él que tú. Él lo sabe todo, así que cuando te enfrentas a algún dilema en tu trabajo, cuando necesitas ayuda y consejo, ¿por qué no acudes a Jesús ante todo y le preguntas qué hacer? La Palabra de Dios tiene todo tipo de buenos consejos que son muy aplicables a cada problema que enfrente, en el trabajo y en otros lugares.

Adquiere el hábito diario de presentar a Jesús tus necesidades y peticiones relativas a tu trabajo y espera que él te dé sabiduría, fortaleza y guía. Una buena amiga mía tiene un trabajo estresante y muy exigente, y ella cree que es exactamente donde Dios la ha puesto para ser testigo de él. Muchas veces me envía un mensaje de texto para orar por una situación específica que enfrenta en su trabajo. ¿Por qué no forman un sistema de amigos con personas que conocen y aceptan orar específicamente por los problemas laborales de cada uno? Otras dos amigas mías acordaron orar por teléfono cada mañana antes de ir a trabajar, y lo hicieron durante años. Tienen maravillosos testimonios de cómo Dios les dio sabiduría y ayuda en sus trabajos.

Aprende a depender de Jesús y su Palabra como guía cuando enfrentes decisiones difíciles. Es un consejero maravilloso y no te sentirás decepcionado.