Podcast (podcast-spanish): Play in new window | Download (Duration: 3:26 — 7.9MB)
¿Conoces a alguien que haya asumido un gran riesgo por Jesús? Hemos visto a dos mujeres en las Escrituras que asumieron grandes riesgos: Ester y Débora. Pero ¿qué hay de una mujer contemporánea que asume grandes riesgos?
Permíteme contarte sobre mi querida amiga, Donnita Travis, quien dejó su exitosa carrera en marketing para comenzar un ministerio extraescolar para niños de bajos recursos en los barrios más pobres de Chicago. En 2001, comenzó con 16 niños, que venían tres días a la semana a nuestra iglesia para recibir tutoría, enseñanza y apoyo. Ahora hay más de 1200 niños involucrados en el Club By the Hand en cuatro lugares diferentes de nuestra ciudad, y es absolutamente asombroso ver cómo Dios está usando este ministerio para brindar esperanza y amor a los niños y ayudarlos a alcanzar su potencial. Estos niños no solo mejoran en su rendimiento escolar, sino que también escuchan el evangelio con claridad y son queridos por el personal. Las historias de éxito son abundantes. Puedes conocer la historia completa en bythehand.org.
Miro a Donnita y pienso: «Si tan solo tuviera la fe que ella tiene, o si tan solo tuviera sus habilidades de gestión y marketing». Y, por supuesto, tiene un don único. Pero es mucho más que eso. Donnita escuchó el llamado de Dios en su vida y simplemente dijo, como Ester: «Dios me ha puesto aquí para un momento como este». Asumió enormes riesgos y durante más de veinticinco años ha avanzado con valentía, dejando un impacto cada vez mayor en nuestra ciudad.
Pero déjame decirte algo más: Ha sido muchísimo trabajo duro, largas jornadas, muchos problemas serios por resolver, problemas de seguridad, asuntos legales; no es un camino fácil. Hay días que la veo y sé que está agotada. Pero sigue haciendo lo que Dios la ha puesto aquí para hacer, y Dios la está bendiciendo.
Sé que Dios no nos llama a todos a tareas tan visibles, pero sé que nos llama a cada uno a dar un paso de fe, a arriesgarnos y a estar dispuestos a dejar que Él haga a través de nosotros lo que solo Él puede hacer. ¿Estás al borde de un nuevo desafío? ¿Tu corazón te dice que esto es lo que Dios quiere que hagas?
Dios hará que esto suceda, porque aquel que te llama es fiel. (1 Tesalonicenses 5:24). No te pierdas la gran obra que Dios tiene para ti por no estar dispuesto a arriesgarte.