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¿A veces sientes que nadie entiende realmente lo que tienes que aguantar? Nadie sabe realmente lo que es vivir en tus zapatos, ¿en tu mundo? Al escribir a la iglesia en Pérgamo, el Señor Jesús dijo a través de Juan: ” Sé dónde vives: allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo, sigues fiel a mi nombre ” (Apocalipsis 2:13a).

Jesús entiende dónde vives, y sabe que tú y yo estamos viviendo nuestras vidas donde Satanás tiene su trono. Satanás está temporalmente en el poder, y nosotros vivimos y trabajamos justo en medio de su territorio. Es similar a vivir en una tierra extranjera, donde hablas un idioma diferente, tienes una cultura totalmente diferente y un conjunto de valores completamente extraño para todos los demás.

Pero Jesús dice: Yo sé dónde vives y dónde trabajas. Justo en medio de personas que no se preocupan por nada de las cosas espirituales. No quieren hablar de Jesús, y lo que encuentras emocionante y alentador aburriría a muchos de ellos hasta la muerte, porque están espiritualmente ciegos.

¿Cómo nos las arreglamos en ese tipo de mundo? Bueno, Jesús dice que debemos estar en este mundo, pero no ser de él. Por lo tanto, no debemos permitir que la gente de este mundo nos baje a su nivel. Sin embargo, debemos estar disponibles y abiertos para ser sus amigos, para ayudarlos cuando podamos, para pasar tiempo con ellos por razones edificantes e inofensivas.

Cada uno de nosotros tiene que orar mucho y pedirle a Dios cómo trazamos estas líneas en nuestras propias vidas. Por ejemplo, si la conversación entre tus compañeros de trabajo es casi siempre grosera, inmoral, degradante o negativa, probablemente no quieras participar voluntariamente en esas reuniones grupales. Es cierto que eso podría hacerte parecer un solitario, pero si tienes una actitud amorosa hacia estas personas, aún puedes tener un impacto en algunas de ellas.

Por lo general, ejercemos influencia en situaciones individuales en lugar de en entornos grupales. Por lo tanto, busca formas de desarrollar relaciones con las personas y dedica tiempo a conocerlas. Las personas están más dispuestas a ser abiertas de forma individual que en grupo, por lo que esa puede ser una forma de abordar este problema.

Ya que vives en territorio enemigo, no te sorprendas al descubrir que los que te rodean ven la vida totalmente diferente porque no tienen el punto de vista de Dios. Están espiritualmente ciegos. Pero debes permanecer fiel al nombre de Jesús. Eso es más importante que cualquier otra cosa.

Recuerda que Jesús sabe dónde vives y estará contigo en tu difícil entorno laboral. Así que anímate, porque él ha vencido al mundo.