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Sin duda, estás familiarizado con el momento en que Jesús caminó sobre las aguas del Mar de Galilea, y Pedro decidió que quería unirse a él. Así que Jesús lo invitó a salir de la barca y cuando Pedro hizo eso, en realidad caminó sobre el agua unos pasos, hasta que dejó de mirar a Jesús.

Bueno, esta semana quiero hablar sobre salir de la barca: estar dispuesto a dar un paso de fe para hacer lo que crees que Dios quiere que hagas. Si estás dispuesto a arriesgarte, por así decirlo, a experimentar lo nuevo que Dios tiene para ti, tendrás que salir de la barca segura y hacer algo que nunca antes hayas hecho, algo que no podrías. Posiblemente no lo hagas a menos que Jesús te invite y te dé poder para hacerlo.

Entonces, el primer desafío es verificarlo y asegurarse de que esta nueva idea o aventura sea una cosa de Dios. ¿Cómo lo sabes? Bueno, oras mucho al respecto, buscas sabiduría de personas piadosas, y si es de Dios, será algo que ayudará y bendecirá a otros, no algo para promocionarte a ti mismo. Será una de las buenas obras que Dios ordenó de antemano que hagas, como leemos en Efesios 2:10. Una vez que estés bastante seguro de que esta idea o pasión proviene de Dios, aquí hay algunas cosas que debes considerar, cosas que he aprendido en el camino.

  • Dios a menudo nos da tareas que están fuera de nuestros dones.

Es cierto que todos tenemos dones individuales de Dios y Dios quiere que usemos esos dones para servir a los demás.

Pero a fin de hacer las buenas obras que fueron ordenadas de antemano para que las hagas, a veces estarás en un limbo, en un territorio que no solo es nuevo, sino que no encaja.

Permíteme darte un ejemplo personal: mis habilidades como jefe de personas no son naturalmente buenas. Pero para hacer las buenas obras que Dios me ha llamado a hacer, he tenido que dirigir personas de una forma u otra durante muchos años. Vino con el trabajo dado por Dios. Entonces, ¿qué haces cuando tienes que hacer algo fuera de tus dones? ¡Buscas ayuda! Me tomó demasiado tiempo darme cuenta de esto, pero finalmente conseguí la ayuda de personas que son muy buenas en esto, personas que lo han hecho y que pueden enseñarme cosas que necesito saber. Qué diferencia ha hecho esto.

Así que, solo quiero que sepas que el trabajo que Dios te llama a hacer tendrá partes en las que no eres particularmente bueno y partes que no necesariamente disfrutas. No dejes que eso te aleje de las buenas obras que Dios tiene para ti. No te pierdas la bendición que viene cuando sales de la barca con Jesús.