Podcast (podcast-spanish): Play in new window | Download (Duration: 3:40 — 8.4MB)
¿Alguna vez has tenido una pasión por hacer algo por Dios que fue tan grande que el solo pensamiento te abrumó?
Estoy hablando de romper con nuestros límites. Creo que demasiados de nosotros, seguidores de Cristo, nos perdemos las cosas buenas que Dios tiene para que hagamos porque nos vemos como no calificados e inadecuados para el trabajo.
Aquí está la increíble y buena noticia: No estás calificado para hacer lo que Dios quiere que hagas. El Apóstol Pablo nos dijo por qué esto es cierto:
Dios escogió lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; Dios escogió lo débil del mundo para avergonzar a lo fuerte. También escogió lo más bajo y despreciado, y lo que no es, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse (1 corintios 1: 27 – 29)
Tu reconocimiento de tu insuficiencia es algo bueno, porque te forzará a depender de Dios, a ser humilde, a ser enseñable, y siempre sabrás que todo se trató de Dios.
A principios de esta semana te conté cómo Dios me abrió puertas para comenzar este ministerio de radio, a pesar de que no tenía experiencia en radio, ni mentor que me ayudara, ni libro que me dijera cómo hacerlo. No estaba calificada para comenzar un programa de radio, pero era la visión de Dios para mí, así que seguí caminando a través de las puertas que Él abría, y ahora por muchos años he tenido el privilegio de ser parte de lo que Él está haciendo a través de este ministerio.
Algunos de ustedes tienen historias similares, y están en ese buen lugar de hacer lo que Dios los puso aquí para hacer. Pero esto es lo que estoy descubriendo: Hay más. No puedo estar satisfecha con donde estoy; Dios sigue empujándome a salir de mis límites. Por ejemplo, participé en el inicio de un ministerio para mujeres víctimas de tráfico sexual, y esa visión me abrumó. Tuve que romper con mis límites de nuevo y perseguir una visión que me llevó mucho más allá de mis habilidades y dones.
Dios elige usar personas no calificadas que están dispuestas a romper con sus límites, confiar en Dios y avanzar.
Permíteme apresurarme a decir que romper con tus límites ciertamente no significa que puedas tomar decisiones insensatas o rápidas. Debes hacer la investigación y la debida diligencia requerida. Pero ruego que dejes de decirle a Dios todas las razones por las que no puedes hacerlo y le preguntes más bien, cuál es el siguiente paso. Espero que dejes de poner excusas y le pidas a Dios que te ayude a romper con tus límites
