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Muchas veces vamos a trabajar sintiéndonos muy positivos y animados, pero nos vamos con un estado de ánimo negativo y quejumbroso. ¿Cuáles son las cosas en tu mundo laboral que te hacen tener una mala actitud? No hay duda de que mantener una buena actitud es parte de un andar digno.

Si vamos a ser las personas positivas que debemos ser como cristianos en el mundo laboral, entonces vamos a tener que luchar contra las cosas en nuestro mundo que tienden a llevarnos a ese territorio negativo. ¿Cuáles son esas cosas que arruinan toda tu actitud?

Pueden ser los compañeros de trabajo o tu jefe los que te irritan, los que te causan problemas innecesarios, los que no hacen su parte del trabajo o aquellos que son personas muy negativas. Probablemente tengas algunas de esas personas en tu vida.

O tal vez hay momentos en los que tienes una cantidad imposible de trabajo que cumplir, o fechas límite o presiones difíciles, o expectativas poco realistas, y eso ciertamente puede llevarte a un territorio negativo. Tal vez sea tu entorno: la temperatura no es la adecuada, o es monótono y triste, o ruidoso y agitado. Cualesquiera que sean estas cosas que tienden a hacerte negativo en lugar de positivo, necesitas identificarlas.

Entonces, mira esas cosas y hazte tres preguntas

  1. ¿Puedo afrontar esta situación y tratar de cambiarla? Encuentro que la mayoría de la gente se queja y se lamenta, sin hacer el primer esfuerzo por encontrar una solución. Se dan por vencidos sin intentarlo. No creo que tengas motivos para quejarte a menos que al menos hayas intentado encontrar una solución.
  2. ¿Hay alguna manera de compensar esta situación? Por ejemplo, si tienes una oficina aburrida, ¿cómo puedes animarla? Tal vez las plantas y las fotos ayuden.
  3. Pregúntate qué va con tu territorio. Cada trabajo, cada industria, cada profesión tiene ciertos aspectos que simplemente van con el territorio, y debes aprender a aceptarlos sin permitir que te depriman.

Piensa en las cosas que te hacen negativo y pídele a Dios que te dé la gracia y la sabiduría para superarlas y ser la persona positiva que necesitas para su gloria. Eso es una gran parte de lo que significa caminar como es digno del Señor.