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Si tuvieras un manzano que nunca produjo manzanas, probablemente pensarías que algo anda mal. Como creyentes en Jesucristo, si nuestras vidas no están produciendo el fruto del Espíritu, entonces algo anda mal con nosotros espiritualmente. Así que, estoy mirando los frutos del Espíritu, como se encuentra en Gálatas 5, con algunas sugerencias prácticas sobre cómo hacer que florezca en tu vida.

# 2 – Gozo

Me encanta la definición de gozo de C.S. Lewis: “El gozo es la bandera que ondea desde el castillo del corazón cuando el Rey reside allí”.

¿Eso te describiría, que la alegría es algo muy evidente en tu vida? Tienes que hacer que tu objetivo sea que los demás sepan que el Rey reside en tu vida al ser alegre. Eso significa que tu rostro estará alegre, tus palabras serán gozosas, tu actitud será alegre y tus acciones serán gozosas. Y cuando estés alegre, créeme, la gente se dará cuenta. Es el mejor testimonio que puedes tener de Jesús.

Ora por gozo en tu vida todos los días; Pídele a Dios que te ayude a concentrarte en todo lo que tienes que agradecer, ¡y no dejes que el mundo y el diablo te roben el gozo!

# 3 – Paz

Pedro nos dice que debemos buscar la paz; esfuérzate por estar en paz, recuerda volver a enfocar tu mente en la persona que es nuestra paz, Jesucristo. Recuerda esto: tu día se gana o se pierde en las horas de la mañana. Por lo tanto, pasa tiempo cada mañana con el Príncipe de Paz, Jesucristo, y en su Palabra, y él te impartirá su paz.

Un amiga llegó a conocer a Cristo porque un compañero de trabajo estaba en paz en medio de un ambiente de trabajo caótico. Ella se dio cuenta y finalmente le dijo: “¿Cómo lo haces?” Él compartió que fue su fe en Cristo lo que hizo la diferencia y le recomendó que leyera el libro de Juan. Ella comenzó a hacer eso, y después de un par de meses, Janet aceptó a Cristo.

Y todo comenzó cuando una persona estaba en paz en medio del caos. ¡Qué testimonio podríamos tener de nuestro mundo si constantemente mostramos este maravilloso fruto del Espíritu de Dios: la paz!