Play

Jesús fue el líder más grande que este mundo haya visto jamás. Este Dios-hombre vino a la tierra y en tres cortos años de ministerio, tomó doce hombres no calificados y los desarrolló hasta formar un equipo que ha cambiado el curso de la historia. Quiero señalar algunas características específicas que hicieron de Jesús un gran líder y espero que esto pueda ayudarnos a ver el tipo de líderes que debemos ser, ya sea en los negocios, en nuestros hogares o en nuestras iglesias.

Primero, Jesús fue un gran líder porque sabía a quién reportaba y se aseguró de cumplir con las expectativas de su jefe. Jesús se mantuvo en estrecho contacto con su Padre. Dijo una y otra vez que siempre hacía lo que agradaba a su Padre y hablaba lo que el Padre le había enseñado.

En Juan 7:18 Jesús dijo:

‘El que habla por cuenta propia busca su vanagloria; en cambio, el que busca glorificar al que lo envió es una persona íntegra y sin maldad…

¿Cuándo fue la última vez que consultaste con tu jefe para ver si estabas trabajando a su satisfacción? ¿Pasas suficiente tiempo con tu jefe para comprender sus prioridades y hacer las cosas que le agradan? Realmente es tu trabajo asegurarte de que tienes las órdenes correctas. Y, además, es simplemente inteligente tomar la iniciativa de hacerle saber a tu jefe que necesitas y apreciar sus comentarios.

Quizás estés pensando: No conoces a mi jefe. Es imposible comunicarme con él o ella. Eso puede ser cierto o no, pero puedes hacer todo lo posible para mejorar esa comunicación. Muchas veces, excusamos nuestra propia falta de esfuerzo diciendo: “Él nunca me escucha” o “No puedo obtener ningún comentario de ella” o “¡A esta empresa no le importa lo que pienso!”. Ora al respecto y pídele a Dios que te dé algunas formas creativas de mejorar la comunicación con tu jefe. Ésa es la marca de un buen trabajador y de un buen líder; ciertamente, Jesús tuvo cuidado de permanecer en contacto muy estrecho con quien lo había enviado.

En cualquier empresa u organización, el jefe final es el cliente. Tu cliente es la persona que crea la necesidad de tu trabajo. Si no existieran o no tuvieran ciertas necesidades, tu trabajo sería innecesario. Piensa en eso e identifica claramente a tus propios clientes personales. Esas son las personas a las que necesitas complacer.