Play

Presentado por Lisa Bishop

¿Alguna vez te has sentido herido por las palabras de un buen amigo? Hace varios años, una amiga me dio algunos comentarios que fueron realmente difíciles de escuchar. Si bien no pretendía que sus palabras fueran malas, me traspasaron. Sabía que su intención no era hacerme daño sino señalar algo que era un punto ciego en mi comportamiento. A pesar de que ella dijo esas verdades con amor y amor, sus palabras aún dolieron.

¿Alguna vez has tenido un amigo que te haya dicho palabras dolorosas y sencillas que cortan? Proverbios 27:6 La versión ampliada dice: “Fieles son las heridas del amigo [que corrige por amor y preocupación], pero los besos del enemigo son engañosos [porque sirven a su agenda oculta]”.

Lo que nos enseñan estas palabras de sabiduría es que una marca de un verdadero amigo es la disposición a herirnos con palabras de amorosa corrección. La corrección puede no sentirse bien en ese momento (rara vez lo hace), pero su propósito es ayudarnos a crecer y madurarnos espiritualmente. Dos palabras clave en este versículo son “fiel” y “amigo”. Ambos descriptores aclaran que la persona está señalando algo que surge de su amor por ti, compromiso con tu amistad e inversión en tu transformación espiritual. La capacidad de ser abiertos y honestos el uno con el otro, proveniente de un espíritu de amor, fidelidad e integridad, diseñado para el bien de la otra persona, es la marca de una amistad verdadera y profunda. Con esa intención las “heridas” de un amigo deben ser recibidas con bondad y gratitud.

Se siente contradictorio invitar a la corrección en nuestras vidas. Después de todo, la cultura que nos rodea se ha vuelto cada vez más resistente a cualquier tipo de corrección. Las personas hacen lo que es correcto en sus propias mentes y si alguien se atreve a decir algo que pueda parecer crítico, es fácilmente descartado. Pero como seguidor de Jesús es importante que invites a la corrección fiel y bíblica en tu vida. ¿Cómo reaccionas cuando alguien señala una parte de ti que necesita crecimiento y transformación?

¿Eres el tipo de persona que está abierta a recibir comentarios de amigos que, si bien se sienten hirientes, pueden ser útiles? Puede ser fácil ponerse a la defensiva cuando se exponen tus defectos, pero simplemente no puedes crecer si retrocedes ante la corrección. Los besos de un enemigo son engañosos. Realmente no quieres halagos de alguien que no tiene en mente tus mejores intereses. Tu objetivo como seguidor de Jesús es crecer a su semejanza. Y como el Apóstol Pablo nos recuerda en Efesios 4:15 “…al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.”

¿A quién puedes invitar a hablar la verdad en tu vida? Nadie es perfecto. Sé humilde, invita a la palabra fiel que hiere y sé agradecido por la meta mayor de madurar como alguien que ama y sigue a Jesús.