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Presentado por Lisa Bishop

Si alguien mirara en tu vida, ¿cómo sabría que eres un seguidor de Jesús? ¿Es tu fe cristiana solo una etiqueta o es realmente un estilo de vida? ¿Tus acciones llenas de fe hablan más que tus palabras?

Hay muchas personas que dicen ser cristianas, pero sus vidas carecen de pruebas y una fuente de evidencia de su fe son los actos amables, sus buenas obras hacia los demás.

Santiago 2:14-17 dice: “¿Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tiene con qué vestirse y carece del alimento diario, y uno de ustedes le dice: «Que le vaya bien; abríguese y coma hasta saciarse», pero no le da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta.”.

Santiago no está diciendo que te ganas tu salvación a través de tus buenas obras. Sólo la verdadera fe en Jesús como Señor y Salvador es lo que te salva. Más bien, tus buenas obras demostrarán la autenticidad de tu fe. La fe toma acción y cómo vives revela lo que crees. La fe es la raíz, las buenas obras son el resultado, el fruto santo de una vida fiel.

1 Pedro 2:12 refuerza esta verdad: “Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación”. Como seguidores de Jesús, intencionalmente actuamos y vivimos de una manera digna del evangelio y buscamos formas de servir a los demás y bendecirlos.

¿Cómo te ha impulsado tu fe a satisfacer las necesidades de quienes te rodean? ¿Cómo ha cambiado tu lealtad a Cristo la forma en que interactúas y amas a tu prójimo? ¿Tiendes a pensar primero en ti mismo o estás dispuesto a sacrificar tu comodidad para compartirla con los demás? ¿Estás inclinado a hacer el bien a los demás solo cuando puedes beneficiarte? Pídele a Dios oportunidades para vivir tu fe y continuar produciendo buenas obras en y a través de ti como evidencia de tu fe y esperanza en él.

Vivir una vida llena de fe puede ser difícil. Como seguidores de Jesús, necesitamos otros seguidores de Cristo en nuestras vidas. Hebreos 10:24-25 dice: “Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.” Si no tienes una comunidad cristiana, ¿puedo alentarte a encontrar una iglesia que predique la Biblia cerca de ti? No estas destinado a caminar este viaje de fe, solo. Involúcrate en tu iglesia local, únete a un grupo pequeño, participa en un estudio bíblico.