Podcast (podcast-spanish): Play in new window | Download (Duration: 3:30 — 8.0MB)
¿Alguna vez Dios te ha dicho que dejes de intervenir, que dejes de intentar que suceda, que te quedes quieto? Mi mayor lucha en mi camino cristiano es dejar que Dios tenga el control y no hacer nada más que confiar. Samuel dio un maravilloso discurso de despedida hacia el final de su vida, y en 1 Samuel 12:16 leemos que dijo: Ahora quédense quietos y vean la gran cosa que el SEÑOR hará ante sus ojos».
Quedarse quieto parece ser necesario en varias áreas clave:
En las relaciones
Pienso en tantas mujeres que conozco que deben quedarse quietas y ver lo que Dios va a hacer con y por sus esposos. Algunas están casadas con no creyentes o con hombres que no caminan con el Señor. La mayoría me cuenta cómo intentaron durante tanto tiempo cambiar a sus esposos, pero lo que finalmente han aceptado es que no pueden cambiarlos; solo Dios puede. Ahora están en la fase de «quedarse quietas», esperando ver la gran cosa que el Señor va a hacer.
Quizás tengas que quedarte quieta cuando se trata de tus hijos. La mayoría de los padres pasamos por eso en distintas etapas, cuando simplemente debemos dejar que aprendan la lección a las malas, como decimos.
Las personas solteras hacen su parte de quedarse quietas en sus relaciones, esperando a la persona adecuada o a que la persona adecuada dé el paso.
En el trabajo
La mayoría de nosotros pasamos por momentos difíciles de estancamiento en el trabajo, cuando estamos listos para un ascenso, pero este no llega. Cuando esperamos o deseamos un aumento, debemos esperar. Cuando lidiamos con un compañero de trabajo, un jefe o un entorno laboral difícil sobre el que podemos hacer muy poco o nada, por lo que es momento de quedarnos quietos. O cuando nos quedamos sin trabajo y esperamos uno nuevo.
En la salud
Cuando ha habido problemas de salud en la familia, realmente te enseña lo indefenso que eres. Incluso nuestra comunidad médica, con todas sus técnicas y habilidades, tiene una capacidad limitada para resolver nuestros problemas de salud. Nos enfrentamos de nuevo a la necesidad de quedarnos quietos y ver qué hará Dios.
¿En qué áreas sabes que debes detenerte y ver esta gran obra que el Señor está a punto de hacer ante tus ojos? Te animo a no desanimarte y a mantener los ojos abiertos para que no te pierdas lo que Dios está a punto de hacer por ti. ¡No hagas nada; simplemente quédate ahí!
