Podcast (podcast-spanish): Play in new window | Download (Duration: 3:01 — 6.9MB)
¡Feliz Navidad! ¿Cuántas veces has escuchado eso ya esta temporada? Simplemente no parecería Navidad si no tuviéramos algunas tarjetas con esas palabras escritas, o si no escucháramos a alguien decirnos “¡Feliz Navidad!”
Es una buena palabra, alegre, pero no todo el mundo está feliz en Navidad. Sin embargo, es posible que los creyentes estén felices incluso cuando las circunstancias no son buenas. Aquí está el secreto de un corazón alegre.
“el que reanima será reanimado” (Proverbios 11: 25b). La Biblia está llena de promesas para las personas que se entregan a los demás. Puedes tener un corazón alegre ayudando a otros a tener un corazón alegre. ¿Y cómo puedes hacer eso?
¡SONRIE! Esto es tan simple, pero tan poderoso. Proverbios 15: 30a (NTV) dice: “Una mirada alegre trae gozo al corazón…” No hay nadie que pueda decir que no puede dar una mirada alegre. Puedes sonreír a las personas, sin importar quiénes sean, quién eres, o cómo te sientes, las sonrisas son siempre legales, siempre bienvenidas.
Si nunca has desarrollado el hábito de sonreír, puedes cambiar. Encuentra formas de recordarte a tí mismo que debes sonreír a otras personas. Ora por ello todos los días. “Señor, dame una mirada alegre, para que pueda llevar alegría al corazón de los demás”. Sonreír no cuesta ni un centavo, ni siquiera toma tiempo. Nada podría ser más fácil de hacer. ¡Pero tendrás que recordártelo a ti mismo!
He aprendido que mi apariencia natural evidentemente no es una apariencia feliz. Parece que cuando me estoy concentrando en algo, parezco preocupada o molesta. Solía enojarme que la gente sacara esas conclusiones sobre mí. Pensé que estaban equivocados al sacar conclusiones precipitadas. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que es mi trabajo mantener una mirada alegre en mi rostro. Tenía un mal hábito que romper. Tuve que reprogramarme para que mi apariencia natural fuera más alegre, no angustiada ni preocupada.
Recuerda, una mirada alegre trae alegría al corazón. Aporta alegría al corazón de quienes te miran. Y adivina qué, eso trae alegría a tu propio corazón. ¿Te has mirado al espejo últimamente? Regala hoy una sonrisa. Puede hacer milagros.