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La lealtad es una de las más valiosas de todas las características. Y es una piedra angular en la construcción de buenas relaciones.

¿Alguna vez tuviste un amigo o pariente que te fuera desleal? Si descubres que alguien a quien contaste como amigo ha dicho o hecho algo desleal, eso realmente daña tu relación, ¿no es así? No hay duda de que, para construir buenas relaciones, necesitamos este ingrediente de lealtad.

¿Defiendes a tus amigos pase lo que pase? Proverbios 18:24 dice que hay “ amigos más fieles que un hermano”. Nuevamente, en Proverbios 17:9 vemos que “ Quien pasa por alto la ofensa, crea lazos de amor; quien insiste en ella, aleja al amigo”.

Asegúrate de no dañar tus relaciones por falta de lealtad. Tus amigos y familiares deben saber sin sombra de duda que les serás leal; te pegarás más que un hermano. Si escuchas a alguien hablar despectivamente de un amigo, no tengas miedo de mostrarle tu lealtad. Defiéndelo. Los buenos amigos deberían hacer eso.

Recuerda, el amor cubrirá una ofensa. Eso no significa que encubras el pecado, pero haces todo lo que puedes para mantener a raya los rumores, para evitar exponer a tu amigo a las críticas de los demás. El chisme es una de las principales causas de las relaciones rotas. Si chismeamos sobre los demás, dañamos la relación que tenemos con esa persona y también dañamos las relaciones que ellos tienen con los demás.

Alguien ha dicho: “Las relaciones son el papel de lija de nuestras vidas”. Bueno, es cierto que no siempre son fáciles, pero también es cierto que, si practicamos los principios bíblicos en nuestras relaciones, descubriremos una mejora inmensa, te garantizo que tal como tú, por la gracia de Dios, te propusiste ser el mejor amigo que puedas ser, descubrirás que lo que siembras, cosechas, y ese esfuerzo producirá una gran alegría y paz en tus relaciones.