Play

El cambio es lo único con lo que siempre puedes contar, dicen. Y, sin embargo, el cambio es una de las cosas más difíciles de aceptar para nosotros. Te he estado dando palabras de sabiduría para el lugar de trabajo, pepitas diarias de la Palabra de Dios para recordarte sus principios al enfrentar diversas situaciones en el trabajo.

¡Y una de esas situaciones es el cambio! A. W. Tozer escribió: “Descansamos en Ti sin temor ni duda y enfrentamos nuestro mañana sin ansiedad”. ¿Afrontas tu mañana sin miedo ni ansiedad? Encuentro que la gran mayoría de nosotros vivimos con miedo al cambio: ¿Qué haré si esto sucede?, ¿Qué será de mí si esto pasa?, ¿A dónde iré si esto no sucede? ¿Quién estará ahí para mí sí me deja?, ¿Cómo puedo aprender a sobrellevar estos cambios en mi estilo de vida o en mi rutina laboral?

Uno de los mayores atributos de nuestro Dios Fuerte es que nunca cambia. El cambio ocurre cuando las cosas mejoran o cuando decaen. Pero Dios no tiene necesidad de mejora, y no puede ser menos de lo que ya es. Por lo tanto, no tiene necesidad de cambiar y nos ha prometido que nunca lo hará. Ah, qué consuelo y paz debería traer esto a nuestros corazones, ya que vivimos en este mundo donde el cambio es lo único con lo que puedes contar.

Fue cuando me enfrentaba a un futuro muy incierto, con muchos cambios por delante, que aprendí el gozo y el consuelo de confiar en un Dios que nunca cambia. Mi primera reacción fue entrar en pánico, pero después de pasar tiempo con Dios, comencé a aferrarme a la promesa de que Él nunca cambiará. A medida que enfrente más cambios en mi vida, tengo más confianza que nunca, en que mis días están escritos en el libro de Dios y nada está fuera de control. Una cosa que nunca puede cambiar es el amor de Dios y su presencia en tu vida, y mientras puedas estar seguro de eso, puedes aceptar los otros cambios que puedas enfrentar.

Querido amigo, si enfrentas algunos cambios hoy, algunos caminos desconocidos por delante, ten confianza en esto: tu Dios nunca cambiará, y Él ha prometido nunca dejarte ni abandonarte. Recuerda constantemente que él es el mismo ayer, hoy y siempre. Cualesquiera que sean los cambios que se presenten en tu camino, no pueden destruirte porque él es tu refugio y fortaleza, y eso siempre será cierto, pase lo que pase.