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Presentado por Lisa Bishop

¿Estás contento con tu trabajo, tus relaciones, tus circunstancias, tu vida?

Hace poco leí un artículo en Psychology Today titulado “El secreto de una vida feliz”.  En pocas palabras, dijo que el contentamiento proviene de la autoaceptación incondicional. Como seguidor de Jesús, tú y yo sabemos que el secreto no es “amarte más”. Compartimos con el apóstol Pablo tener el secreto del contentamiento y es por eso que veremos lo que yo llamo los tips de vivir una vida contenta. Pero antes de hacerlo, recordemos las profundas palabras de Pablo en Filipos:

… he aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé vivir en la pobreza, y sé vivir en la abundancia. En todo lugar y en todas las circunstancias he aprendido el secreto de hacer frente tanto a la hartura como al hambre, tanto a la abundancia como a la necesidad. ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! (Filipenses 4:11b-13).

Cuando estudié este pasaje hace varios años, la palabra que me llamó la atención fue: “aprendido”. Siempre que leas las escrituras, busca las palabras repetidas. Eso significa que el autor está tratando de llamar tu atención y hacer un punto. Aquí Pablo usa la palabra “aprendido” dos veces. En el griego significa, “aprender por el uso y la práctica, estar en el hábito de, acostumbrado a”.

Creo que aquí es donde muchos de nosotros podemos tropezar y desanimarnos. Queremos que el contentamiento llegue, cuando en realidad es un trabajo duro y algo que a menudo tenemos que practicar una y otra vez y luchar por ello. Lo cual parece contrario a la intuición, pero vivimos en un mundo donde somos bombardeados con mensajes de que este auto, ese trabajo, ese atuendo, ese cónyuge te hará feliz. Y aunque en última instancia sabemos que no es cierto, podemos caer en la trampa fugaz de creer que el contentamiento se puede encontrar “en alguna parte”. Con alguna necesidad o deseo particular que se satisface, cuando realmente es un estado mental y un estado de estar satisfecho en Cristo. El contentamiento no es una solución rápida, se aprende. ¿Dónde te falta contentamiento?