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Presentado por Lauren Stibgen
Aunque la frase «liderazgo de servicio» no es un término bíblico, ¡la Biblia sí nos exhorta a servir como líderes! ¡Estoy muy agradecida por la Palabra de Dios y cómo realmente puede guiar nuestra labor! Jesús nos dice que sirvamos en este pasaje.
Jesús les dijo: —Los reyes de las naciones oprimen a sus súbditos y los que ejercen autoridad sobre ellos se llaman a sí mismos benefactores. No sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor y el que manda como el que sirve. (Lucas 22:25-26).
Este versículo surge tras una disputa entre los discípulos sobre quién sería considerado el mayor.
Aunque el relato de Lucas no ofrece tantos detalles sobre la Última Cena, es importante considerar cómo Jesús les mostró a los discípulos el ejemplo del liderazgo de servicio aquella noche.
Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía; así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura. (Juan 13:3-5).
Jesús sabía que era todopoderoso. Dios le había dado todo poder. Sin embargo, adoptó la postura de un humilde siervo y lavó los pies de sus discípulos, incluso secándolos con la toalla que llevaba puesta.
No se atribuyó el poder sobre ellos ni les exigió que le lavaran los pies; más bien, como líder, fue él quien sirvió.
¿Te atribuyes el poder o, como líder, sirves? Quizás aún no te consideras un líder. Dejemos de lado las nociones de cargos y títulos mundanos. Jesús no era considerado un líder por la gente de su época, al menos no en el sentido de la sinagoga ni en la política. Fue a través de su servicio, predicando la Palabra de Dios, sanando a los enfermos y realizando milagros, que Jesús llegó a ser visto como un líder. Para algunos, su liderazgo fue una bendición; para otros, una amenaza. No exigió señorío como Hijo de Dios, ni que lo siguieran. ¡Lo seguían porque servía!
Si te encuentras en una posición donde ostentas un título, ¿lo utilizas para el bien de quienes te ven en él? ¿Qué piensan ellos? ¿Lo ves? ¿Exiges respeto o lo brindas? ¿Observas cómo tu equipo se esfuerza por terminar el trabajo o buscas ayudarlo?
