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Presentado por Lauren Stibgen
¿Estás haciendo del trabajo un ídolo? Los ídolos que rodean el trabajo pueden afectar la integridad de tu fe. ¿Cuáles son algunos de los ídolos que pueden surgir?
Recuerda, un ídolo es una persona o cosa distinta de Dios a la que adoras más que a Dios. La forma más común en que el trabajo puede convertirse en un ídolo es la cantidad de tiempo que pasas trabajando y cómo te aleja de tu tiempo con Dios. Quizás sea faltar constantemente al estudio bíblico en grupo pequeño porque trabajas hasta tarde o no tomarte un tiempo de tranquilidad por la mañana porque tienes prisa por ir al trabajo. ¿Has trabajado los domingos y te has alejado de la iglesia?
¿Qué pasa con las personas que conocemos en el transcurso de nuestro trabajo? Un jefe, un experto, tal vez incluso un colega. El jefe te exige mucho y eso te aleja de Dios. O te aferras a los logros de un experto en tu campo o al gran éxito de un colega que te lleva a hablar más de ellos que de Dios.
¿El asesino de la comparación te hace trabajar más duro o en tu imagen general en el trabajo? ¿Cuánta energía le dedicas a esto?
Como seguidores de Jesús, estamos llamados a adorar al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, mente y fuerza y a dar gloria a Dios, no al hombre. En la Biblia, podemos recurrir al ejemplo de integridad fiel de Daniel. Daniel trabajaba para el rey Nabucodonosor. Era uno de los pocos israelitas que se consideraba lo suficientemente inteligente como para servir. Notamos primero que Daniel no aceptó el nombre que le dio el rey.
Tampoco comió de los alimentos que el rey le dio y solo comió frutas y verduras, ya que la carne era impura según los estándares del Antiguo Testamento. En particular, Daniel no se inclinó ante la estatua erigida en honor del rey. Se mantuvo fiel a su fe y no adoró los ídolos del rey. Puedes leer más sobre esto en Daniel 2-6.
En el lugar de trabajo, debemos tener cuidado con los ídolos que pueden aparecer para desafiar la integridad de nuestra fe. Nuevamente, como seguidores profesionales de Jesús, ¡a veces somos la primera presentación que alguien tendrá de Jesús! ¿Cómo mantienes esta integridad en el trabajo?