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Presentado por Lauren Stibgen

Seamos realistas: a menos que trabajemos en una organización religiosa, nuestro trabajo puede acercarnos más de lo que nos gustaría a andar por el camino del mundo. No todas las personas con las que nos relacionamos, ya sea un jefe, un colega, un cliente o un proveedor, serán un ejemplo de cómo debemos andar en nuestra vida laboral como seguidores de Cristo. E incluso si trabajamos para una organización religiosa o estamos en el ministerio, ¡no somos inmunes a caer en el pecado!

A menudo pensamos que la integridad en el trabajo significa ser honestos. Si bien esta es una forma en la que podemos reflejar integridad, como cristianos estamos llamados a un estándar más alto de integridad de nuestra fe. Si profesas tu fe en el trabajo, esto es especialmente importante: ¿tu conducta coincide con lo que dices o alguien que no conoce a Jesús podría cuestionar la integridad de tu fe?

Las tentaciones que te alejan de la integridad de tu fe pueden aparecer a la vuelta de la esquina cuando menos las esperamos. Tal vez sea caer en el uso de un lenguaje que no honra a Dios. Estar cerca de personas que usan muchas, bueno, “palabras inadecuadas” puede llevarnos a usar lo mismo. Tal vez se trate de otro tipo de comportamiento, como ir a tomar algo después del trabajo en lugar de irse a casa.

Sin embargo, a veces no somos nosotros el problema. En el caso de José, él mantuvo su integridad mientras que su empleador no. Tuvo que soportar constantemente las insinuaciones de la esposa de su empleador. Después de negarle muchas veces e incluso huir de ella, ella mintió y dijo que José la persiguió. ¡La integridad de José y la falta de integridad en ella, lo llevaron a la cárcel!

En muchos casos, las insinuaciones no deseadas en el trabajo se consideran acoso y deben informarse a un gerente u otra autoridad en el trabajo. Si bien se te deben brindar protecciones contra este tipo de insinuaciones no deseadas en el trabajo, a veces mantener tu integridad puede parecer muy costoso. No creo que ninguno de ustedes termine en la cárcel, pero no tomaré a la ligera lo que puede suceder si mantienes tu integridad y rechazas las insinuaciones de alguien en el trabajo.

La integridad relacional en el trabajo puede adoptar muchas formas además de las insinuaciones no deseadas (o el acoso) que vemos en la historia de José. El trabajo también puede ser un lugar donde la puerta de la infidelidad se abre con demasiada frecuencia. Según Forbes, el 40% de las personas han engañado a su pareja con un colega. La proximidad, el tiempo, las noches largas en la oficina y los viajes de trabajo contribuyen a esto. Y cuanto más alto sube alguien en la escalera, más probabilidades hay de que cometa una infidelidad.

Mantente fiel en tu caminar con Dios y cuídate de la tentación.