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¿Qué es lo que más te molesta de la comunicación electrónica? ¿No te gustaría que para usar los correos electrónicos todos tuvieran que estar de acuerdo con ciertas reglas de etiqueta? Sin duda, recibes muchos correos electrónicos no deseados y correos electrónicos largos y molestos con regularidad. La pregunta es, ¿tienes cuidado de evitar esos errores de correo electrónico tu mismo?

Por ejemplo, no seas la persona que envía un flujo constante de correos electrónicos informativos a personas que no los han solicitado o no los necesitan. Por ejemplo, reenviar artículos u otros correos electrónicos que tengan una inclinación política hacia ellos no es realmente inteligente desde el punto de vista profesional. Y recibir un flujo constante de chistes o historias divertidas puede volverse molesto. Incluso los correos electrónicos inspiradores pueden ser exagerados.

Debo confesar que estos flujos de correos electrónicos son los que generalmente no leo. Miro el tema, veo de quién es y tomo una determinación si vale la pena leer un correo electrónico extenso. Sin embargo, las personas que conozco y en las que confío ocasionalmente me envían cosas muy valiosas para leer y, como es poco frecuente, sé que me han enviado cuidadosamente algo que querré leer, así que lo hago. Es bueno recordar que cualquier cosa puede exagerarse. Una vez más, menos es más.

Si tienes una comunicación particularmente compleja, o si hay un contenido emocional significativo en un mensaje que necesitas enviar, determina si enviarlo por correo electrónico es la mejor manera de hacerlo. Por ejemplo, si necesitas disculparte, puede ser mejor hacerlo por teléfono o en persona. O cuando estás enviando un mensaje que sabes que ellos no quieren escuchar, como denegar una solicitud de algún tipo, que generalmente se hace mejor en una comunicación personal. No utilices la comunicación por correo electrónico para evitar el mensaje incómodo o para encubrir un error. A la larga, te creará más problemas.