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Por Lauren Stibgen

A menos que trabajes para una empresa cristiana y, seamos honestos, incluso si lo haces, es importante recordar que vivimos en un mundo caído. Las características de un mundo caído están a nuestro alrededor, y todos pecamos y nos quedamos cortos. Incluso como creyentes, seguiremos pecando. La diferencia que tenemos es Jesús.

Si bien hay muchas Escrituras que describen las diferencias entre un caminar mundano y un caminar cristiano, Romanos 12 proporciona una de mis listas de referencia cuando pienso en el mundo caído versus el mundo perfecto, nuevo e impecable que se nos promete como creyentes. El cielo. Aunque no tendremos el cielo en la tierra en este momento, nuestro enfoque para vivir nuestra fe a través de nuestro trabajo debe ser cómo mostramos a las personas un vistazo de Jesús y de este mundo perfecto.

En Romanos 12:1-2, Pablo es claro en su llamado: ofrezcan su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.

Entonces, ¿cómo es este mundo en el trabajo? En los versículos siguientes en Romanos 12, Pablo nos proporciona una lista de “haz esto y no aquello”.

En primer lugar, no pienses más de ti mismo de lo que deberías (Romanos 12:3). Simplemente, sé humilde. Lo opuesto a la humildad es el orgullo, y creo que todos podemos pensar en algún momento en el que hemos sido orgullosos. Por supuesto, es más fácil ver esto en los demás, pero pensemos en cómo podemos mostrar humildad. Quizás estés liderando un proyecto. El equipo está teniendo un gran éxito y alguien te brinda la oportunidad de presentar su proyecto al equipo de liderazgo. El orgullo dice, yo, yo, yo. La humildad dice, lo hicimos juntos. ¿Puedo traer al equipo conmigo a la reunión?

Que el amor sea genuino (Romanos 12:9). Cuando pienso en esto, automáticamente pienso en comprobar mis motivos. ¿Por qué hago preguntas, felicito a alguien o le doy una pequeña muestra de agradecimiento? Sé que esto puede sonar extraño, pero a veces somos propensos a mostrar “amor” para poder experimentar ganancias. Asegúrate de poder responder por ti mismo que tus elogios son genuinos y que tus obsequios, ya sean físicos o de tu tiempo, se dan sin la expectativa de buscar algo a cambio.

No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo. (Romanos 12:11). Colosenses 3:23, nos dice que trabajamos como para el Señor y no para el hombre. Presentarse a trabajar con el Señor en tu corazón y trabajar para él es una buena razón para trabajar con esmero o tener celo (como lo dice otras traducciones). Celo se define como mostrar gran energía o entusiasmo en pos de una causa u objetivo. Tal vez realmente no ames tu trabajo en este momento. Cambia tu forma de pensar. ¡más bien trabaja con esmero y sirve al Señor con entusiasmo! En lugar de quejarte, piensa en lo diferente que te experimentará alguien hoy si te presentas con entusiasmo. ¡Quizás esta sea tu oportunidad de pasar a: la fe en el trabajo 2.0! ¡Puedes informarles para quién trabajas! ¡Para el Señor!

Bendice a los que te persiguen (Romanos 12:14). Vive en paz y no te vengues. Esta debe ser una de las cosas más difíciles de hacer. C.H. Spurgeon usa una gran palabra para esto: calumnia. Una definición simple de esto es difamación, pero en general se refiere a palabras que dañan tu reputación. En este caso, palabras dichas en el trabajo. Es mucho más fácil dar un salto entusiasta en tu caminar que hacer lo que dice Pablo y vivir en paz y no vengarte. A lo largo de las Escrituras se nos dice que el Señor nos vengará. En Romanos 12:19, Pablo nos recuerda: Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios. Pues dicen las Escrituras: «Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen» dice el Señor”. Continúa explicándonos la forma contraria de manejar esto. No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien. (Romanos 12:21).

He descubierto que cuanto más lucho para vengar mi buen nombre, más conflictos se generan en el lugar de trabajo. Cuando alguien decide hablar mal de ti, puede ser difícil bendecirlo exteriormente, pero tal vez tu ores por él u ores para que Dios se preocupe específicamente por tu situación. También puede ser la tendencia de otros a provocar conflictos por nosotros. Quizás nos pregunten por qué no nos vengamos y luego intenten convencernos de hablar mal de esa otra persona. Una vez más, ¡tú inacción puede ser otra oportunidad para la fe en el trabajo 2.0! Dile a tu colega que estás orando por la persona que te ha perseguido. De hecho, tal vez después de un poco de oración, encuentres una manera de tener una conversación con la otra persona y traer paz en lugar de conflictos.

La persecución puede abarcar más que sólo palabras. Quizás tengas un jefe muy negativo que causa grandes conflictos. Sus palabras son más desalentadoras que alentadoras. ¿Cómo puedes ser una bendición para tus compañeros de trabajo que están pasando por lo mismo? De nuevo, la fe en acción, 2.0. ¿Cómo puedes ser un gran alentador?

Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran (Romanos 12:15). Todos experimentamos altibajos en el trabajo. Parte de esto está directamente relacionado con el trabajo, pero, como bien sabes, todos llevamos con nosotros nuestras alegrías y tristezas personales a diario. Celebra con tu colega que fue ascendido. Apoya a tu colega que recibió malas noticias sobre un ascenso que tanto deseaba. Se consciente de la celebración de cumpleaños y otros hitos personales de tus colegas y se sensible cuando reciban malas noticias. ¡Fe en el trabajo 2.0! Tal vez puedas señalar lo agradecido que estás con Dios por un éxito u ofrecerte a orar por alguien que haya recibido esa mala noticia. La oportunidad para hacer esto reside en tu constancia de vivir tu fe a través del trabajo.

No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común (Romanos 12:16). Entonces, ¡ahora eres el jefe! Has recibido un ascenso. Quizás esta promoción te haya permitido acceder a personas o lugares que nunca antes habías experimentado. Quizás te hayan invitado a una reunión o un almuerzo con tus nuevos colegas. Dice el refrán: no olvides de dónde vienes. ¿Cómo puedes ser humilde y aun así conectarte con la gente? Tu posición como líder te brinda aún más oportunidades de hacer brillar la luz de Cristo en el lugar de trabajo. ¡De nuevo, la fe en el trabajo 2.0! ¿Cómo puedes elevar a aquellos que están en una posición inferior y ayudarlos a desarrollarse? De hecho, en Romanos 12, Pablo nos dice si nuestro don es el liderazgo ¡lideremos con celo!

No seas sabio ante tus propios ojos. ¿Eres un experto en la materia? ¿Amas tanto tu trabajo que eres realmente la persona indicada en todo lo relacionado con tu departamento o puesto? Proverbios 16:18 dice: El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída. Hay muchas advertencias sobre el orgullo. ¿Cómo puedes ayudar a alguien más a brillar? ¡Tal vez sea impartir tus conocimientos a otra persona o prepararla en una reunión para que sea él el experto en lugar que tú lo seas! ¡Ilumina a otra persona que tiene fuerza!

Como puedes ver, esta lista de Romanos 12 brinda algunas buenas pautas para un caminar cristiano. Mantenernos arraigados en la Palabra de Dios puede ayudarnos a recordar que nuestro llamado es mostrar a los demás nuestra fe, nuestro caminar, a través de nuestro trabajo. Este camino a veces no es fácil. Es posible que necesites encontrar el estímulo para fortalecer tu caminar desde fuera de tu lugar de trabajo. Comunidades como The Christian Working Woman pueden acercarte a una comunidad con creyentes de ideas afines, que pueden ayudarte a concentrarte y orar por ti. Es posible que tu iglesia tenga grupos comunitarios donde también puedas encontrar este apoyo. De cualquier manera, no es necesario que lo hagas solo.

¡Quizás estés preparado para la fe en el trabajo 2.0! La gente ha notado que eres diferente. Se preguntan por qué eres positivo todo el tiempo, animando a la gente cuando las cosas parecen ir mal en el trabajo. Te sientes fuerte y tienes una comunidad detrás que te da aliento. Comienza de manera simple, ofrécete a orar por tus colegas. Cuando envíes una tarjeta o una nota, agrega un versículo de la Biblia. Me encanta usar Proverbios porque, después de todo, están llenos de sabiduría. ¡Quizás simplemente hables de tu fin de semana y le cuentes a la gente sobre la conferencia de mujeres a la que te diriges!

¡Estoy orando esta semana, por tu caminata por Romanos 12 en el trabajo!