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Vamos a enumerar algunos rasgos de niño que son tan atractivos:

  • Confianza como la de un niño

Los niños son naturalmente confiados. Te creen cuando les haces una promesa.

  • Inocencia como la de un niño 

Los niños creerán en cosas que los adultos encuentran tontas. No tienen dificultad para creer en los milagros. No se han vuelto cínicos ni de doble ánimo, sino que en su inocencia creen plenamente y sin vacilación.

  • Aceptación como la de un niño 

Si le ofreces un regalo a un niño, lo aceptará con gusto y rápidamente con gran entusiasmo y alegría.

  • Agradecimiento como el de un niño

Los niños no tienen ningún problema en dar gracias por las cosas ordinarias de la vida. Sus oraciones están llenas de agradecimiento por los perros y las nubes y su amigo de al lado y zapatos nuevos.

  • Falta de preocupación como la de un niño

No encontrarás muchos niños preocupándose por el futuro. En su mayor parte, viven el momento y lo disfrutan al máximo. No toman prestados los problemas del mañana.

Examina tu propio caminar con el Señor y pregúntate si tienes el tipo de fe como la de un niño, que Jesús dijo que todos debemos tener.

  • ¿Confías en el Señor, sin importar lo que te digan tus ojos y tus oídos? ¿Has aprendido a entregarle tus dudas y preguntas sin respuesta y simplemente confiar? Tal vez hayas pensado erróneamente que Dios era como tu padre terrenal, que no era digno de confianza, o alguna otra figura de autoridad en tu vida que te hayan fallado.
  • ¿Es tu fe inocente, tomando a Jesús en su Palabra? ¿O eres demasiado mundano y sofisticado para creerle a Jesús?
  • ¿Puedes aceptar los dones que Dios te da con un corazón agradecido y gran alegría, sabiendo que vienen del corazón del Padre? ¿O tratas de pagarle a Dios, actuando para obtener su aprobación y sus bendiciones?
  • ¿Estás consciente cada día de las bendiciones diarias de tu vida? ¿Vives en agradecimiento diario por tus bendiciones diarias, o las das por hecho?
  • ¿Puedes, con la fe de un niño, dejar de lado tus preocupaciones sobre el mañana y poner toda tu preocupación en el Señor? ¿O llevas esa pesada carga contigo todo el tiempo?

¿Es tu fe como la de un niño? Ora por tenerla.