Presentado por Julie Busteed

Estoy analizando algunas estrategias para ayudar a cultivar y construir relaciones —principios que se aplican en el trabajo, el hogar y la iglesia— con todos. Las dos primeras estrategias que analicé fueron amar a los demás y las habilidades de comunicación. Creo que la integridad también es un componente importante de las relaciones saludables.

La integridad abarca varias cualidades: ser honesto, tener sólidos principios morales y ser confiable.

Un gran ejemplo de integridad en el Antiguo Testamento es Daniel. Fue llevado cautivo de Israel a Babilonia y se convirtió en consejero de los reyes babilónicos gracias a su integridad y confianza en Dios.

Para muchos, es una historia familiar, pero recapitulemos: Daniel se niega a inclinarse y adorar a un ídolo hecho por el hombre. Adora y ora a Dios. Como resultado, es arrojado literalmente al foso de los leones. A la mañana siguiente, testifica: «Mi Dios envió a su ángel, quien cerró la boca a los leones. No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente» (Daniel 6:22a). Dios no solo protegió y preservó a Daniel, sino que el rey Darío también decretó que todos en su reino debían temer y reverenciar al Dios de Daniel.

La integridad y la valentía de Daniel no solo influyeron en su propia vida, sino que todo el reino debía temer a Dios. Confiaba y honraba a Dios con sus acciones, y su integridad era evidente para su empleador, lo que resultó en un testimonio para todo el reino.

La integridad también puede ser algo significativo que se hace en privado, no para el reconocimiento público. Una amiga mía recientemente dio un gran ejemplo de integridad. Acababa de publicar un libro con una editorial tradicional. Normalmente, cuando se trabaja con una editorial, se recibe un anticipo de regalías futuras; esto significa que no se ganan regalías adicionales hasta que las ventas del libro cubran ese anticipo. Y si el libro no se vende lo suficiente para cubrirlo, el autor no tiene que devolverlo.

Eso es completamente normal. Pero mi amiga me dijo que quiere asegurarse de que las ventas de su libro alcancen esa cantidad anticipada. Se esfuerza al máximo para promocionar y comercializar su libro porque no quiere ser una carga para la editorial. No está obligada a hacerlo —no forma parte de su contrato—, pero cree que es lo correcto. Integridad silenciosa.

En ambos ejemplos, la integridad era una característica vital en el trato con los demás. La integridad les indicaba cómo debían actuar en ciertas situaciones, ya fuera de vida o muerte, o en algo que otros no veían. Con fe en Dios y la convicción de que él es fiel, vivieron sus vidas para honrarlo.

Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en caminos perversos será descubierto. (Proverbios 10:9).

Cuando vivimos con integridad, podemos andar seguros, descansando tranquilamente en el favor y la providencia de Dios.