Podcast (podcast-spanish): Play in new window | Download (Duration: 3:24 — 7.8MB)
Presentado por Julie Busteed
¿Alguna vez has dicho o pensado esto? “¡Me encantaría este trabajo si no fuera por la gente!”. Sé que es un dicho sarcástico, más bien irónico, pero es lo que sentimos a veces, ¿no? Sin embargo, como seguidores de Cristo, el mayor mandamiento que Jesús nos dio es amar a Dios y amar al prójimo.
Esta semana, veremos algunas estrategias para ayudarnos a relacionarnos con quienes nos rodean: nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo y vecinos.
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” —respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39).
La primera prioridad al cuidar nuestras relaciones es amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. Nuestra relación con Dios es esencial. Afecta todo, incluso nuestras relaciones con los demás. Tómate un minuto para hacerte estas preguntas: ¿Pasas tiempo con Dios a diario? ¿Leer su Palabra? ¿Orar? Este es el primer paso. Es vital para ti y para mí que nuestra relación con Dios sea el fundamento de nuestras vidas.
A veces puede ser fácil pensar: «Tengo una relación con Dios y eso es suficiente. No necesito a los demás. No necesito ir a la iglesia». Pero eso tampoco es cierto. Dios es un Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Existe una comunidad entre ellos, y como portadores de su imagen, necesitamos comunidad no solo con Dios, sino también entre nosotros. Dios te creó para la comunidad y la conexión.
Si tú y yo fuimos creados para estar en comunidad, ¿cómo lo hacemos bien?
Jesús continúa diciendo que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. ¿Qué significa amar al prójimo? Amar es una acción, no un sentimiento, un sentimiento romántico. No es lo mismo que gustar. Amar es entregarse a uno mismo y poner a los demás primero. Podría ser como llevar una comida a alguien necesitado, ayudar a un compañero de trabajo con un proyecto, orar con o por alguien. Puede tomar muchas formas; lo principal es ver a los demás, darse cuenta de cuándo necesitan ayuda y tenderles la mano para cuidarlos.
