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¿Qué estás haciendo con tu Equidad del Reino? La equidad del reino es lo que Dios ha invertido en ti para usarlo en su gloria. Viene en dos formas, la primera de las cuales es:

Equidad del Reino de Dones y Habilidades

¡Dios invierte equidad en nosotros a través de nuestros dones, nuestros talentos, nuestras habilidades, las cosas que hemos aprendido, nuestra educación, nuestros años de vivir la vida con sencillez! Por ejemplo, gran parte de mi experiencia en el mundo empresarial fue realizar presentaciones. Esa experiencia fue planeada por Dios para enseñarme cómo hacer una presentación y pensar rápidamente, lo cual fue parte de las buenas obras que planeó de antemano para que yo las hiciera.

Tengo una amiga que ha comenzado un ministerio para viudas en África, enseñándoles cómo hacer cosas que podrían vender para mantener a sus familias. Tienen que utilizar máquinas de coser a pedal que funcionan sin electricidad y adivina cómo aprendió ella a coser cuando era niña. En una máquina de pedal Singer. Así podrá enseñarles a coser en una máquina de pedal. Esa es la Equidad del Reino que Dios está usando ahora.

¿Qué pasa con las habilidades que has adquirido a lo largo de tu vida? ¿Cómo estás usando esa Equidad del Reino para Dios? Él no invirtió en ti esa experiencia, ese talento, ese don sólo para que lo disfrutes. Él espera un retorno de su inversión.

Pablo le escribió a Timoteo: “Por esto te recomiendo que avives la llama del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos” (2 Timoteo 1:6). Aviva la llama de los dones que Dios ha invertido en ti. Mejóralos, amplíalos, expándelos. Mejora en lo que haces.

Miro hacia atrás, a los 39 años que llevo en este ministerio radial y veo cómo Dios me ha dado habilidades y destrezas que nunca soñé que estaban en mí. Esto se debe a que él promete que, si utilizamos lo que ha invertido en nosotros, él invertirá más en nosotros. La parábola de los talentos nos enseña este principio.

Dios ha invertido en todos sus hijos y está buscando un retorno de su inversión. ¿Estás usando lo que Él ha invertido en ti para darle gloria?