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Estoy analizando el poder de la gratitud: de ser una persona agradecida y constantemente en gratitud. ¿Qué es el poder de la gratitud?
En primer lugar, la gratitud te permite estar contento con quién eres, dónde estás y lo que tienes. Alguien dijo que la gratitud convierte lo que tenemos en suficiente. Piensa en eso. Cuando lo que tienes es suficiente, ya no sientes envidia, ya no estás insatisfecho ni obsesionado por el deseo de tener más. A medida que desarrollas un corazón agradecido, contando siempre tus bendiciones por lo que tienes en lugar de concentrarte en lo que te falta, traes contentamiento a tu vida.
El apóstol Pablo le escribió al joven Timoteo: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (1 Timoteo 6:6). Esta sencilla declaración tiene un gran impacto: un principio divino que muchos cristianos deberían tomar en serio, y es el contentamiento. Cuanto más desarrollemos un corazón agradecido, más contentos estaremos. Y de esta manera, uniéndonos a un estilo de vida piadoso con un verdadero contentamiento, ganamos muchísimo.
Considero que este es un compromiso permanente para mí, uno que puede desviarse fácilmente por querer más. Siempre que pensamos que obtener algo material, o más de ello, satisfará nuestras necesidades, entonces no estamos contentos. Desarrollar un corazón agradecido significa que reconocemos esta flecha de fuego que nuestro enemigo nos lanzará constantemente (la flecha del descontento) y en cambio, elegimos estar agradecidos por lo que tenemos. Un corazón agradecido convierte lo que tenemos en suficiente.
Dietrich Bonhoeffer dijo: “Es solo con gratitud que la vida se enriquece”. La piedad con contentamiento es una gran ganancia. Es rica, y la gratitud es la clave para una vida contenta. La gran ganancia que experimentamos con un corazón agradecido no tiene nada que ver con las cosas materiales. Más bien, se trata de las riquezas de un corazón en paz, una mente en reposo y la seguridad de la presencia de Dios y su amor eterno.
Te animo a que tengas la intención de desarrollar un corazón agradecido, a que seas agradecido sin importar lo que pase y a que pienses continuamente en todo lo que tienes por lo que estar agradecido. ¡Es mucho! Y recuerda, cuanto más practiques la gratitud, más tendrás por lo que estar agradecido.