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Una de mis características favoritas de Dios es que nunca cambia. ¿No es maravilloso saber que será de la misma manera que siempre ha sido? ¿No esperas con ansias el día en que seremos como Jesús y no tengamos necesidad de cambiar? Bueno, eso será maravilloso, pero hasta entonces, el cambio es algo que tenemos que hacer.

Una de las principales razones por las que nunca cambiamos esos malos hábitos o ponemos esos buenos en nuestras vidas es que nos olvidamos. Cuando comienzas a cambiar algo de ti mismo, necesitas recordatorios a tu alrededor porque durante el período de transición, no lo recordarás. Entonces, necesitas ayudas de memoria. Yo los llamo trucos. Trucos para ayudarte a recordar el cambio.

Por ejemplo, en mi formación empresarial animé a las personas a que pusieran un espejo en su escritorio en el trabajo cerca de su teléfono, donde tendrían que mirarse a sí mismos con frecuencia. Cómo te ves es cómo suenas, por lo que ese espejo se convierte en un recordatorio dramático de que necesitas sonreír más cuando hablas por teléfono, para sonar mejor. Ese espejo es un truco. Te ayuda a recordar.

Ahora, piensa en lo que quieres cambiar de ti. Si se te ocurre un truco que te ayude a recordar y lo pones en tu vida diaria, te sorprenderá cómo te ayuda a cambiar. Tal vez sea algo tan simple como un letrero que pones frente a ti. Tal vez le pidas a otras personas que te lo recuerden. Quizás establezcas un pequeño ritual de leer algo al comienzo de cada día que te recuerde que debes cambiar.

Un hombre me dijo una vez que cada noche escribía un mensaje en el espejo del baño con un marcador mágico borrable. Ese mensaje tiene la intención de recordarle cada mañana que debe comenzar su día de manera positiva. Bueno, eso es un gran truco. Tú y yo podríamos escribir un versículo de las Escrituras o algo alentador para recordarnos que estamos trabajando para lograr un buen cambio en nuestras vidas.

A Satanás le encanta trabajar para hacernos recordar lo que debemos olvidar y olvidar lo que debemos recordar. Ayuda a tu memoria, facilita los cambios ideando algunos trucos que funcionen para ti. Pablo dijo: “Puedo hacer todas las cosas en Cristo …”. Tu puedes cambiar a través de Jesús si trabajas en ello.