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Mi pregunta ésta semana es: Cuando se te acaba la taza, ¿qué se derrama? Durante los momentos en que nos vemos empujados por las montañas rusas de la vida, lo que hay dentro de nosotros se derramará. Si es agradecimiento, confianza y gozo en el Señor, eso saldrá a la luz. Si es amargura, preocupación o egocentrismo, eso se derramará.

El secreto es asegurarse de estar lleno por dentro con lo correcto. Entonces no tienes que preocuparte por lo que salga. Necesitamos copas llenas de Jesús. Amigos, cada vez estoy más convencida de que el centro de mi vida tiene que ser simple y sólo Jesús. Hay un viejo himno que me encanta que dice: Sólo Jesús, sólo Jesús, sólo él puede satisfacer.

Me recuerda que, independientemente de las circunstancias, si estoy llena de Jesús, estaré satisfecha, estaré gozosa, estaré desbordando la belleza de Jesús.

Oh, eso no significa que tenga que alegrarme por las situaciones negativas, por las cosas difíciles. Pero lo bueno de ser cristiano es que con Jesús podemos conocer su paz, contentamiento y gozo en medio de todas esas situaciones problemáticas.

¿Cómo llenamos nuestras copas con Jesús? A través de la Palabra: el pan del cielo. Si el tiempo que pasas en la Biblia no es mucho y no es consistente, tu copa no estará llena de Jesús, y cuando se derrame, no te gustará lo que ves. Pero si viertes la Palabra de Dios y la oración en tu copa con regularidad, entonces tu copa rebosará la paz y la compasión de Jesucristo.

Llenas tu copa con Jesús pensando en él durante todo el día. ¿Practicas su presencia regularmente? ¿Te comunicas con él durante todo el día y buscas su guía en todas las cosas? Eso llenará tu copa con Jesús.

Por lo tanto, te animo a que aproveches cada empujón, cada bache en el camino como una oportunidad para controlarte a ti mismo. Cuando el jefe te molesta y te hace quejarte, sabes que necesitas limpiar el interior de esa taza. Cuando alguien te hace mal y respondes con paciencia y tolerancia, sabes que Jesús se está derramando de tu copa. Cuando el dinero es escaso y te desbordas de preocupación y miedo, necesitas trabajar en el interior de la taza. Cuando tu salud no es buena, pero de todos modos alabas a Dios, estás desbordando la belleza de Jesús.