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¿Hay alguna adversidad en tu vida actualmente? ¿Tienes una situación que te está afectando? Tal vez sea una persona con la que trabajas, tu jefe o el trabajo en sí. Quizás se trate de dificultades económicas o de un problema de salud. Podría ser casi cualquier cosa. Si tu copa está siendo empujada en este momento, ¿qué se está derramando?

Si no estás contento con lo que ves que se derrama de tu taza de vez en cuando, entonces necesitas limpiar el interior, realmente limpiar. Convierte esas adversidades en movimientos positivos en tu vida espiritual. Cuanto antes empieces, mejor y más fácil te resultará enfrentarte a ti mismo y realizar cambios.

Recuerda, si continúas por la vida, negándote a mirar lo que se derrama de tu copa y a limpiarla, a medida que envejezcas, esos rasgos irritantes, desagradables y no cristianos se arraigarán cada vez más y se volverán más y más difíciles de limpiar.

Déjame recordarte Romanos 5:3-5:

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos de los sufrimientos; porque sabemos que el sufrimiento nos da firmeza para soportar, y esta firmeza nos permite salir aprobados, y el salir aprobados nos llena de esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha llenado con su amor nuestro corazón por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.

Nuestras copas se empujan para mostrarnos lo que hay dentro, para que podamos desarrollar un carácter cristiano maduro. A veces es bastante doloroso tener que enfrentar el desorden que se derrama de nuestras copas, pero cuanto antes lo enfrentemos, lo confesemos y le pidamos a Dios que nos cambie, mejor equipados estaremos para dejar que Dios llene nuestras copas, para que cuando nos desbordemos, la gente vea la semejanza de Cristo en nosotros.

A menudo utilizamos la expresión “mi copa se rebosa” cuando nos sentimos particularmente bendecidos y felices. Bueno, así debe ser: nuestra copa debe rebosar de cosas buenas, pero no sólo cuando las circunstancias son buenas. Incluso en los tiempos difíciles, incluso cuando no tenemos ganas de hacerlo, incluso cuando no podemos ver lo que Dios está haciendo, incluso cuando estamos plagados de desánimo o dudas, incluso entonces, en medio del problema, nuestras copas deben rebosar de la bondad de Dios.

Compruébalo hoy: ¿Tu copa rebosa de cosas buenas sólo cuando las cosas van cómo quieres? ¿O rebosa de la bondad de Dios hacia ti incluso en medio de los problemas?