Play

¿Qué lecciones te ha dejado la vida? Estoy compartiendo diez lecciones de vida que he aprendido, ¡y sigo aprendiendo!

Lección de vida No. 5: No te lo tomes tan en serio. Nadie más lo hace.

¡A menudo me recuerdo a mí misma que las personas no piensan en mí tanto como yo creo que piensan en mí! ¿No es cierto que a menudo nos sometemos a un estrés innecesario al tomarnos demasiado en serio las cosas? Nos preocupamos por lo que los demás pensarán de nosotros y eso puede convertirse en una obsesión.

Aquí está el secreto: Haz que tu pasión sea preocuparte mucho por lo que Dios piensa de ti. Ora diariamente para que Dios te haga crecer hasta convertirte en el cristiano maduro que Él quiere que seas. Deja que la Palabra de Dios revele las áreas de tu vida que necesiten cambiar, y luego, por la gracia de Dios, trabaja en ellas. Preocúpate mucho por lo que Dios piensa de ti.

Pero deja de preocuparte por lo que los demás piensen de ti. Deja de imaginar lo que están pensando o diciendo. En primer lugar, nunca complacerás a todos, sin importar cuánto lo intentes. Y en segundo lugar, ¿alguna vez has pensado en lo malo que es preocuparse más por lo que otras personas piensan de ti, que por lo que Dios piensa de ti? Recuerda, no se trata solo de ti; se trata de Dios y de lo que él quiere hacer con tu vida. Entonces, no te lo tomes tan en serio.

Lección de vida nº 6: Haz de cada día una ocasión especial: enciende las velas, usa las sábanas bonitas, ponte los zapatos nuevos.

¿Cuántas cosas tienes guardadas, guardándolas para una ocasión especial? Recientemente encontré un hermoso jabón que alguien me había regalado, probablemente hace años, y lo había guardado para una “ocasión especial”, y ahora estaba tan viejo y duro que no era realmente útil. Creo que mi madre me enseñó a “guardar cosas para ocasiones especiales”. Se crió durante la época de la depresión económica, y cuando conseguía algo bueno, tenía la tendencia a guardarlo en lugar de usarlo y disfrutarlo.

Has escuchado a la gente decir: “La vida es corta; come el postre primero. Bueno, la vida es corta, y si bien debemos ser sencillos y ahorradores, pero también debemos celebrar la vida y disfrutar las cosas buenas que Dios nos ha dado. Necesitamos hacer que nuestra vida cotidiana sea especial y enseñárselo también a nuestros hijos. Pablo le escribió a Timoteo que Dios “nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos” (1 Timoteo 6:17b).

Entonces, haz que hoy sea especial. El mañana no está prometido para ti, así que disfruta el hoy.