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La vida nos enseña algunas lecciones, ¿no es así? Estoy compartiendo diez lecciones de vida que Dios me ha enseñado en el camino.

Lección de vida No. 3: Paga sus tarjetas de crédito todos los meses.

Los problemas financieros afectan cada área de nuestras vidas, y los problemas financieros de la mayoría de las personas comienzan con esa tarjeta de plástico. Las compañías de tarjetas de crédito nos facilitan cada vez más obtener una tarjeta y luego hacen todo lo posible para alentarnos a usarla, y luego solo pagas el mínimo cada mes. Esa es una receta para el desastre financiero.

¿Podría ser que ahora tenga problemas financieros porque tiene demasiadas deudas de tarjetas de crédito? ¿A qué te dedicas? Primero, deja de usar esa tarjeta de crédito. Mira a dónde va tu dinero y elimina aquellas cosas que no son absolutamente necesarias tener. Luego, deje de comprar cosas que realmente no necesitas hasta que hayas pagado esas tarjetas de crédito. Y créeme, todos necesitamos mucho menos de lo que pensamos que necesitamos.

Las tarjetas de crédito son convenientes, especialmente para viajar, pero he tenido la regla durante años de que debo pagar la factura de mi tarjeta de crédito todos los meses. Simplemente me niego a pagar ningún interés. Eso pone controles en lo que gasto. Uno de los mayores favores que puedes hacerte es eliminar la deuda de la tarjeta de crédito y luego pagarla en su totalidad cada mes.

Lección de vida No. 4: Ahorra algo de cada pago.

Francamente, no he seguido este principio en toda mi vida; Ojala lo hubiera hecho. Pero nunca es demasiado tarde, y lo practico fielmente ahora. El secreto es que te quiten dinero de tu pago o de tu cuenta de ahorros todos los meses, antes de que lo veas. No importa cuán pequeño sea, adquiere el hábito de ahorrar algo de dinero de cada pago y pon ese dinero en una cuenta que no toques. Solo olvida que está ahí.

Los expertos financieros nos dicen que deberíamos tener seis meses de gastos ahorrados para emergencias. Ahora, puede que te tome un tiempo llegar allí, pero nunca llegarás allí si no comienzas. Por lo tanto, comienza con tu próximo pago para ahorrar algo de dinero y enseña este principio a tus hijos. Por supuesto, dar a Dios es lo primero que debemos hacer con nuestros pagos. Debe obtener las primicias de todo lo que nos ha dado, y el diez por ciento es un buen estándar para usar.

Ya sabes, la Biblia tiene más que decir sobre el dinero que de cualquier otro tema. ¡Eso es porque donde está nuestro dinero indica dónde está nuestro corazón! Te prometo que, si oras por esto y te lo tomas en serio el poner en orden tu área financiera, te quitará mucho estrés y tensión de tu vida. Te animo a hacerlo.