Play

¿Qué padre no le ha dicho a su niño pequeño: “Ahora, juega bien con tus amigos”? Tratamos de motivarlos a jugar con consideración, a no ser egoístas, a compartir sus juguetes, a “jugar bien”, como decimos. Bueno, ¿no crees que necesitamos “trabajar bien” con nuestros compañeros de trabajo?

He aquí una última sugerencia para trabajar bien en tu sitio de trabajo: ayudar a otros a encontrar su grandeza, a desarrollar y utilizar sus talentos y habilidades. Esto se aplica no solo a los que están en la gerencia, sino que todos nosotros podemos buscar formas de ayudar a otros a crecer en su trabajo y mejorar en lo que hacen.

Por ejemplo, si tu eres particularmente hábil en algún programa de software y reconoces a un compañero de trabajo técnicamente dotado, podrías ofrecerle capacitación en esa área. Eso no solo beneficiaría al nuevo empleado, sino que el crecimiento de los empleados individuales beneficia al conjunto. La organización sería inmensamente mejor si todos simplemente ayudáramos a otros a encontrar su grandeza, a darse cuenta de su potencial.

Creo que nos sorprendería saber cuánto tiempo, productividad y éxito se pierde simplemente porque no compartimos entre nosotros. Recuerdo haber leído un artículo sobre el terrible desastre del transbordador espacial Columbia en 2003. Determinaron que algunos de los problemas técnicos que causaron el desastre, fueron el resultado de la falta de comunicación adecuada entre las diferentes especialidades, la falta de voluntad para compartir conocimientos e investigaciones. Si eso es cierto, hace que la tragedia sea aún mucho peor, ¿no es así?

Jesús nos dio el mejor ejemplo de equipar a otros para tener éxito. Comenzó con doce hombres no calificados, les enseñó, les sirvió de modelo y luego, después de su resurrección, envió al Espíritu Santo para que morara en ellos y les diera poder para que pudieran ser todo lo que él quería que fueran. Los equipó, y todavía nos equipa hoy. Si has nacido de nuevo, tienes al Espíritu Santo morando en ti y él te da el poder de trabajar bien con los demás, de amar a los demás, de ser un verdadero amigo y un pacificador incluso en tu trabajo.