Play

Hay un eslogan de los Boy Scouts que me gusta mucho: Déjalo mejor de cómo lo encontraste. Es bueno para los Boy Scouts, pero ¿no crees que los cristianos deberían tener ese mismo tipo de actitud? Voy a hablar de lo que debemos dejar mejor de lo que lo encontramos.

Deberíamos dejar nuestros trabajos mejor de como los encontramos. No estoy sugiriendo que literalmente dejes tu trabajo, sino que debido a que estás haciendo tu trabajo, las cosas deberían ser mejores donde trabajas. Tu presencia en ese trabajo debería ser algo positivo, de modo que, si dejaras el trabajo, estaría mejor de lo que lo encontraste.

Otra forma de expresarlo es preguntar: si todos en tu organización trabajaran como tu, ¿estaría mejor la organización? Por ejemplo,

  • Si todos trabajaran tan duro como tú, dedicando la misma cantidad de horas realmente a trabajar, ¿la productividad aumentaría o disminuiría?
  • Si todos llegaran al trabajo a la misma hora que tú, ¿llegarían todos a tiempo o tarde?
  • Si todos fueran tan creativos como tú, encontrando nuevas y mejores formas de hacer las cosas, ¿aparecerían nuevas iniciativas y nuevas ideas, o no?
  • Si todos estuvieran tan dispuestos a hacer un esfuerzo adicional como tú lo haces, ¿habría más personas superando los requisitos, o menos de ellas?
  • Si todos fueran tan positivos y optimistas como tú, ¿habría una mejor moral donde trabajas, o sería peor?
  • Si todos fueran tan limpios y ordenados como tú y limpiaran como tú lo haces, ¿el ambiente de trabajo sería más agradable o más desordenado?
  • Si todos hablaran sobre los demás en la organización como tú lo haces, ¿habría muchas confirmaciones positivas o muchos más chismes?

Bueno, ya captas la idea. Pablo escribió a los corintios que “Si nos examináramos bien a nosotros mismos, el Señor no tendría que castigarnos” (1 Corintios 11:31). Es inteligente controlarnos a nosotros mismos, juzgarnos a nosotros mismos, y evitar ser juzgados por otros, ¡así que pregúntate si estás dejando tú trabajo mejor de lo que lo encontraste!