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Presentado por Lisa Bishop

¿Eres una persona llena de paz? Cuando entras en una habitación, ¿traes una sensación de paz?

El Espíritu Santo a menudo puede ser la parte más descuidada de la Trinidad. Muchas iglesias no reconocen al Espíritu Santo ni su poder en nuestras vidas y hay muchos cristianos que tienen pocos o ningún encuentro real con él.

Jesús señaló la importancia del Espíritu Santo mientras preparaba a los discípulos para su partida de la tierra. Como relata el libro de Juan en el capítulo 14:15-17, Jesús les dijo a sus discípulos:» Si me aman, obedezcan mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre. Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad.

Jesús quería que supieran, quiere que tu sepas, que él está siempre contigo porque su Espíritu Santo mora en ti. Y que el Espíritu Santo entre muchas cosas actúa como tu Abogado. Otras versiones de la Biblia dicen, tu Consejero, que traducida de la palabra griega paraklētos significa, “Llamado al lado de uno; colaborador; ayudador.” Jesús dice que el Espíritu Santo estaba destinado a tomar su lugar después de su ascensión al Padre, para conducir a los discípulos a un conocimiento más profundo de la verdad del Evangelio, y darles la fuerza divina necesaria para permitirles pasar pruebas y persecuciones en nombre del reino divino.” (Concordancia Bíblica de Strong).

Esto te importa porque como seguidor de Jesús, el Espíritu Santo es tu consejero y se te ha dado esa misma presencia divina, paz y poder.

Cuando pensamos en el Espíritu Santo, nuestra mente a menudo se imagina una paloma que se ha convertido en un símbolo de paz. El Espíritu Santo, representado como una paloma en el bautismo de Jesús, simbolizaba la paz con Dios.

(Mateo 3:16)

En Juan 20:21-22, Jesús dijo: «La paz sea con ustedes. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes». Entonces sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban al Espíritu Santo.

Mientras permaneces en Cristo, el Espíritu Santo produce paz en tu vida. La paz es el subproducto de caminar y ser lleno del Espíritu Santo. La paz reside en ti, y tienes pleno acceso en todo momento. Y, mientras llevas el Espíritu Santo contigo y reconoces su presencia, cada vez que entras en una habitación, cambias la atmósfera. Su presencia en ti tiene el poder de impactar a quienes te rodean.

El Espíritu Santo es la presencia de Dios en la vida de un creyente. No te conformes con una vida que carece de paz y poder divino. Pídele a Dios que despierte y aumente tu sensibilidad al poder divino de su presencia, su Espíritu Santo dentro de ti.