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¿Qué haces cuando tu jefe se equivoca? Debido a que los gerentes y los empleadores son personas, como tú y como yo, a veces se equivocan. Pueden estar equivocados en sus actitudes, equivocados en sus técnicas de gestión, equivocados en sus tácticas, equivocados ocasionalmente, equivocados todo el tiempo, ¡pero sucede! ¿Qué haces cuando tu jefe se equivoca?

Por ejemplo, ¿cómo debe responder un cristiano en una situación en la que un jefe lo menosprecia? Desafortunadamente, esto es algo bastante común en nuestros mundos de negocios, donde un jefe da retroalimentación negativa frente a otras personas o se burla de ti de alguna manera. O está el jefe que siempre se las arregla para encontrar algo malo en todo lo que haces, y te lo cuenta en una reunión o en voz alta parado en tu escritorio. Es humillante y denigrante.

Nuestra primera reacción humana en casos como este suele ser resistir y devolver el golpe, o intimidarnos y retirarnos o huir. Ninguna reacción es adecuada. Cuando cualquier persona tiende a menospreciar a otras personas con frecuencia, debemos entender que es un síntoma de inseguridad. Debajo de la fachada intimidante hay una persona que solo puede sentirse bien consigo misma haciendo que otra persona parezca pequeña.

Un cristiano necesita aprender a pasar de la reacción centrada en sí mismo que es típica en estas situaciones: “Oh, pobre de mí, esto no es justo conmigo”, a una reacción centrada en Dios, entendiendo cómo Dios ve a esta persona. Y eso viene sólo a través de la oración. Empieza a orar por ese jefe.

Ahora, no quiero decir que ores para que un rayo lo golpee, pero ora para que Dios te dé su perspectiva de esta persona. Ora para que Dios te ayude a ver más allá de la fachada y tengas una idea de por qué él o ella es así. Ora para que, a pesar del trato injusto, puedas responder a la manera de Cristo y pídale a Dios su sabiduría.

Ya sabes, cada persona en tu vida está allí por la voluntad permisiva de Dios, y eso significa que Dios puede convertir la situación difícil en una vía de crecimiento y aprendizaje para ti, incluso si la otra persona nunca cambia.

Entonces, mi primer consejo es orar por ese jefe todos los días antes de irte al trabajo. Y orar por sabiduría. Santiago nos dice que Dios nos dará sabiduría generosamente, y en una situación como esta, se necesita mucha sabiduría piadosa. Entonces, ora por sabiduría y espera que Dios te dé la sabiduría que necesitas.

Te asombrarás al ver lo que sucede cuando comienzas a orar por ese Jefe difícil.