Play

El apóstol Pablo nos dice en Romanos 13 que debemos someternos y respetar a los que están en autoridad, porque la autoridad es el orden y el plan de Dios. Pero, ¿cómo respetas y te sometes a alguien con autoridad que es incompetente?

Los empleados inteligentes entienden que la descripción de su trabajo incluye hacer que su jefe se vea bien. 1 Corintios 13 describe la clase de amor que debemos desarrollar en nuestras vidas, un amor que es como el amor de Dios. Y ese tipo de amor “no se deleita en el mal sino que se regocija con la verdad. Siempre protege, siempre confía, siempre espera, siempre persevera”.

Como cristianos debemos tratar de hacer quedar bien a nuestros jefes porque el amor de Dios nos motiva a proteger a los demás de la mala exposición, a deleitarnos en las cosas buenas que hacen, no en las malas, a tratar de encubrir sus errores siempre que podamos.

Proverbios 17:9 dice: “ Cuando se perdona una falta, el amor florece, pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos.”. Es probable que, si trabajas para un jefe realmente incompetente, todos los demás sientan lo mismo que tú y, por lo tanto, en el almuerzo y en los descansos es de lo que hablas. En lugar de encubrir la ofensa, repites el asunto y haces que la situación sea mucho más peor.

Si trabaja para un jefe incompetente, deja de hablar de él o ella con otras personas. Oren por ese jefe; habla con el Señor; obten el consejo de cristianos respetados fuera de la empresa. Pero no seas parte de los chismes de la oficina y el asesinato de personajes que generalmente sucede cuando tienes este tipo de jefe.

¿Deberías confrontar a un jefe incompetente o tomar alguna medida para tratar de corregir este tipo de situación? Sí, si la incompetencia de esa persona está afectando a los clientes, causando un trato injusto a los empleados, o haciendo cosas que son contrarias a las normas y políticas establecidas por tu organización. Si estás convencido de que hay un panorama más amplio, entonces la confrontación puede ser aconsejable. Pero, de nuevo, esto debe hacerse con gran respeto por su autoridad.

Este tipo de situación simplemente no es fácil, lo sé, pero la buena noticia es que esto debería hacer que ores más y dependas más de Dios para que te ayude a superar tus días y respondas apropiadamente. La buena noticia es que gracias a Jesús tienes el poder de salir victorioso, incluso cuando trabajas para un jefe difícil.