Play

¿Qué debe hacer un cristiano cuando lo desprecian? Hemos visto que Jesús establece principios para nosotros en Mateo 5 que nos enseñan a estar dispuestos a que, a veces nos desprecien: dar la otra mejilla, dar el abrigo además de la camisa, hacer un esfuerzo adicional. Pero, ¿significa eso que se supone que debemos soportar un trato injusto e indebido sin fin?

Miremos de nuevo esos principios en Mateo 5. Me parece que mientras Jesús nos está enseñando a poner la otra mejilla y hacer un esfuerzo adicional, también nos está enseñando que hay límites. Dijo que, si alguien te golpea, pon la otra mejilla, pero no dijo que te acuestes en el suelo y que dejaras que te atropellara con un camión. Dijo que, si te demandan por una camisa, dale también tu abrigo, pero no dijo que tiraras todo tu guardarropa. Dijo que, si te piden que camines una milla, que camines dos, pero no dijo que vayas quince millas más.

Pero, ¿cómo sabemos la diferencia? Bueno, una forma es a través de la oración. Comienza pidiéndole a Dios una guía clara, ora por las personas involucradas, ora por paciencia y perseverancia, y ora para que Dios sea glorificado a través de la situación. Eso cambiará tu perspectiva y evitará que te adelantes al plan de Dios. Recuerda, él está trabajando en segundo plano, haciendo cosas con las que nunca soñarías, pero puedes confiar en él explícitamente.

Otra forma en que podemos determinar cuándo es suficiente es determinando si realmente le estamos haciendo un mal a la otra persona al permitirle que continúe maltratándonos. Hay puntos en los que recorrer demasiados kilómetros adicionales sería incorrecto tanto para los demás como para nosotros mismos: el punto en el que nos convertimos en facilitadores de su mal comportamiento.

Si estás siendo objeto de desprecio en este momento, pregúntate: ¿Estoy permitiendo que esta persona continúe con un comportamiento que es perjudicial no solo para mí sino también para los demás? Al seguir siendo objeto de ofensa, ¿estoy reforzando este mal comportamiento en esta persona? ¿Y esta situación está provocando que me amargue, me queme o me resienta de tal manera que mi testimonio se dañe?

Tal vez estés en una situación en la que ahora es el momento de tomar alguna acción. Ciertamente vemos ejemplos en las Escrituras, incluso de nuestro Señor, cuando personas piadosas tomaron posiciones firmes contra el trato injusto e indebido, pero no solo por su bien. Encuentro que este es un principio claro en la Biblia, que cuando tomamos posiciones asertivas simplemente para nuestro propio beneficio, estamos actuando egoístamente y generalmente con ira. Sin embargo, cuando tomamos medidas asertivas para corregir un error, para tomar una posición contra el pecado o el mal, por el bien de la justicia más que para desahogar nuestra frustración, entonces estamos actuando de acuerdo con los principios bíblicos.