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(Presentado por Lisa Bishop)

¿Alguna vez has tratado de resolver algo, confiando en tu propio conocimiento y percepción solo para sentirte frustrado y tal vez un poco desanimado?

Una muy querida amiga mía, Mercy, vive en Zambia. Ella y yo nos conocimos hace cinco años cuando ella estaba en los Estados Unidos. Rápidamente nos hicimos amigas a pesar de que nos separaban más de 8300 millas. Gracias a la tecnología nos mantenemos en contacto.

El año pasado, cuando pasé un tiempo en Zambia, pude ver un proyecto en el que está trabajando Mercy. Después de estar en un matrimonio abusivo y perder a su sobrina por suicidio debido al abuso conyugal, el Señor le dio la visión de construir un refugio para mujeres y niños abusados. Mercy estaba pastoreando a tiempo completo cuando el Señor le ordenó que dejara su trabajo y vendiera todo. Como Mercy cuenta la historia, no tenía sentido para ella, así que se demoró dos años hasta que finalmente ya no pudo ignorar el llamado de Dios.

Cuando Mercy dijo sí,  fue cuando el Señor le dio esta increíble visión del tamaño de Dios. No tenía ni idea de cómo se recaudarían los fondos para comprar un terreno en el monte y para construir y dotar de personal al refugio, pero Mercy dio un paso de fe. Su confianza en Dios la impulsó hacia adelante. Es bastante sorprendente de presenciar.

Siendo la planificadora que soy y deseando sentir algo de control, me maravillo de cómo Mercy se ha entregado por completo y ha confiado en el Señor para que le proporcione lo que necesita para cumplir la visión de Dios. Justo el otro día le pregunté cómo iban las cosas con el refugio. Ella dijo: “Solo tomo cada día y confío. El Señor lo comenzó y lo terminará. Confío en él para terminar y lograr lo que él comenzó”.

Si eso no es una confianza inquebrantable en el Señor, ¡no sé qué es!

Proverbios 3:5-6 dice: “Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar..

Jeremías 17:7 “Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza.”

¿Dónde está tu esperanza y confianza? ¿Estás tu en medio de una circunstancia en la que confías en tu propio entendimiento para llegar a una solución? ¿Quizás una ruptura relacional, un conflicto laboral o una pérdida de trabajo? ¿Estás en una situación en la que estás tratando de apoyarte en tu propio entendimiento?

Pregúntale a Dios qué quiere que hagas en este momento. Pídele a Jesús que te ayude a poner tu confianza en él y buscar su voluntad en todo lo que hagas… él te mostrará cuál camino tomar.