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La pregunta de hoy es: ¿Cómo puedes llegar a ser una mujer o un hombre con confianza en Dios?
Primero, debes seguir creciendo en tu conocimiento de Jesús y la Palabra, haciéndolos una prioridad diaria en tu vida. No hay una fórmula mágica. Se trata de volver a lo básico: saturar tu vida con la verdad que solo proviene de la Palabra de Dios. Esta es la Palabra escrita —la Biblia— y la Palabra hecha carne, que mora entre nosotros —Jesucristo.
A medida que conoces mejor a Dios, desarrollas tu fuerza espiritual, lo que resulta en confianza en Él. Entonces, lo más probable es que Dios te dé la oportunidad de hacer algo que te resultará demasiado grande y difícil. ¿Estás dispuesto a salir de tu zona de confort y seguir al Señor, incluso si tienes un poco de miedo? Me doy cuenta de que cuando Dios me llama a servir de una manera nueva, siempre me siento abrumado. Pero quien nos llama a un nuevo servicio nos da lo que necesitamos. Eso es lo que llamamos andar por fe, no por vista.
¿Qué dones y habilidades tienes que aún no has usado para servir al Señor? Encuentra maneras de usarlos. Él no te dio dones solo para que consigas un buen trabajo y ganes más dinero. Él quiere que sirvas a los demás.
Nunca te compares con los demás. No tienes que hacer lo que otros hacen ni estar a la altura de las expectativas de otros. Pero tendrás que dar un paso de fe y seguir la guía de Dios.
Entonces tendrás la certeza de esto:
…que el que comenzó en ti la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús (Filipenses 1:6).
Vivirás con la confianza en Dios, y será maravilloso. Será agotador, sí, y no siempre fácil, pero siempre fructífero y satisfactorio. Y el gozo del Señor será tu fortaleza.
