La segunda herramienta que necesitas para tener confianza en Dios es saber cómo te ve Dios. Dios quiere que tengas confianza en cómo te ha dotado y cómo quiere usarte.

Comencemos afirmando lo que Dios ha dicho sobre nosotros:

Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas y esto lo sé muy bien! (Salmo 139:13-14).

Yo les doy vida eterna y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano (Juan 10:28).

¿Alguna vez te has mirado al espejo y has dicho: «He sido creado de manera admirable y maravillosa»? ¿O «Estoy seguro en la mano de Jesús; nadie puede arrebatárme de su mano»?

»Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. (Juan 15:9).

¿Alguna vez has declarado: «Yo soy a quien Jesús ama»? La confianza en Dios depende de tener plena confianza en quién eres en Cristo. Pero no se adquiere de golpe, sino al conocer a Dios cada vez mejor.

Has recibido el don de hacer algo bueno por el Reino.

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Efesios 2:10 NVI).

Cuando estés dispuesto a dar los siguientes pasos según la guía de Dios, para hacer las buenas obras que preparó para ti, puedes tener la confianza de que quien comenzó en ti la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús (Filipenses 1:6). ¡Esa es la confianza en Dios!