Podcast (podcast-spanish): Play in new window | Download (Duration: 3:09 — 7.2MB)
Piensa en ti mismo como un anfitrión o anfitriona en tu trabajo: inicia conversaciones, ofrece ayuda voluntaria, mantente alerta para quien necesite una palabra de aliento. Así es como mostramos el amor de Cristo en un mundo ávido de bondad y compasión.
He oído que uno de los lemas de los Boy Scouts es “dejarlo mejor de como lo encontraste”. Imagina cuánto mejor sería nuestro mundo si todos practicáramos eso con regularidad: dejarlo todo mejor de como lo encontramos.
Si tu objetivo en cada relación fuera dejar a esa persona mejor de como la encontraste, ¿cómo mejoraría eso tus relaciones? Significaría que pensarías en la otra persona y no en ti mismo, lo cual es muy bueno. Sin duda, escucharías más de lo que hablas, ofrecerías ayuda cuando pudieras, ofrecerías palabras de aliento.
La gente no recuerda tanto lo que hacemos ni lo bien que lo hacemos, pero sí recuerda cómo los hicimos sentir. ¿Alguna vez has pensado en cómo haces sentir a los demás? Seguro que has pensado en cómo te hacen sentir los demás. Pero, invirtámoslo y preguntémonos: “¿Cómo hago sentir a los demás?”.
Algunas personas nos hacen sentir insignificantes. Otras nos intimidan. Algunas nos hacen sentir fracasados. Puede que no pretendan transmitir esa impresión, pero algo en su actitud o en su forma de tratarte te da esa impresión. Detente y pregúntate: ¿Les hago eso a los demás sin querer?
He aprendido que puedo enviar mensajes negativos a los demás debido a mi tendencia a centrarme demasiado en los proyectos y en terminar un trabajo. En el proceso, puedo perder oportunidades de reconocer a las personas en el camino y hacerles saber que son importantes para mí. Me he vuelto muy consciente de cambiar ese mal hábito e intento conectar con los demás, especialmente con desconocidos o personas que parecen un poco marginadas.
¿Qué tipo de mensajes les envías a los demás? ¿Perciben que eres una persona cariñosa? ¿Ofreces una actitud de aceptación y calidez? ¿Inicias conexiones, saludando, haciendo preguntas y entablando conversaciones? No es difícil y es muy gratificante. No lo olvides: la gente recuerda cómo los haces sentir, así que haz lo posible por que se sientan atendidos e importantes.