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Presentado por Lisa Bishop
Mientras nos preparamos para comenzar otro día de trabajo, ¿cómo podemos reflejar a Cristo en nuestro trabajo diario? Nuestro trabajo no es solo para nuestros jefes o para recibir un sueldo. Es un acto de adoración y servicio a Dios. Estar en misión en el trabajo significa reflejar el carácter de Cristo en todo lo que hacemos. Esto comienza con la integridad.
La honestidad guía a la gente buena; la deshonestidad destruye a los traicioneros. (Proverbios 11:3).
Como cristianos, estamos llamados a ser honestos, confiables y éticos en todos nuestros tratos. Esto no solo agrada a Dios, sino que también establece un poderoso ejemplo para quienes nos rodean. A veces puede ser tentador falsear las cifras, distorsionar los hechos o manipular la verdad para hacernos ver mejor. Pero eso no es andar de una manera digna del evangelio.
Así que, desde que supimos de ustedes, no dejamos de tenerlos presentes en nuestras oraciones. Le pedimos a Dios que les dé pleno conocimiento de su voluntad y que les conceda sabiduría y comprensión espiritual. Entonces la forma en que vivan siempre honrará y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, irán creciendo a medida que aprendan a conocer a Dios más y más. (Colosenses 1:9-10).
Este llamado a la acción nos recuerda, en primer lugar, que debemos orar. Pídele a Dios que te llene a ti y otros creyentes con el conocimiento y la sabiduría del Espíritu Santo mientras realizas tu jornada laboral para que agrademos a Dios en todo sentido y demos fruto que dure más que las ganancias a corto plazo. Ora para que el Espíritu Santo te fortalezca al tomar decisiones y resiste a depender de la carne. Alaba a tu Padre celestial por su poder que obra en ti; su Espíritu Santo que te guía a caminar en integridad.
Vivir con integridad significa vivir en armonía con nuestros valores y creencias más profundas como creyentes, manteniéndonos firmes en nuestros principios, especialmente frente a la oposición. Nos preocupamos más por hacer lo que es honorable a los ojos del Señor que lo que agrada al hombre. Hacemos lo correcto incluso cuando es difícil de hacer. ¿Habrá consecuencias si no nos alineamos con la empresa? Tal vez. Y no estoy diciendo que sea fácil. Pero a la larga, Dios hará que todo funcione para tu bien.
Dañamos nuestro testimonio cuando no practicamos nuestra fe. Cuando vivimos en misión, nuestra vida diaria coincide con el mensaje del evangelio y el carácter de Cristo. Vivimos nuestra fe, no solo la profesamos.
¿Cómo puedes caminar con mayor integridad esta semana? Pídele al Señor que te guíe y permita que el evangelio brille a través de ti.