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¿Te cuesta perdonar? Cuando alguien te hiere o peca contra ti, ¿guardas rencor o eres rápido para perdonar una ofensa?

  1. El amor es perdón.

La Biblia tiene mucho que decir sobre el perdón y la postura de nuestro corazón como seguidores de Jesús.

“Más bien, sean bondadosos y misericordiosos los unos con los otros, perdonándose unos a otros como Dios también los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4:32).

“Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros” (Colosenses 3:13).

¿Notas las palabras de ambos versículos? Perdona como el Señor, así como Dios en Cristo te ha perdonado. Como seguidor de Cristo, Jesús es nuestro ejemplo. Jesús es amor y Jesús perdona.

Como sus seguidores, hacemos lo mismo. Si estás esperando para tener ganas de perdonar, es posible que estés esperando por mucho tiempo. El amor no es un sentimiento, es una acción.

En el evangelio de Mateo, “Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:“ —Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a alguien que peca contra mí? ¿Siete veces?  —No siete veces—respondió Jesús—, sino setenta veces siete.” (Mateo 18: 21-22). Es una tarea difícil.

El teólogo Henri Nouwen dice: “El perdón es el nombre del amor que se practica entre las personas que aman pobremente. La dura verdad es que todos amamos pobremente. Necesitamos perdonar y ser perdonados todos los días, cada hora, sin cesar”.

Colosenses 3: 12-14 nos recuerda:

Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros. Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía.

¡El amor es la marca de la verdadera madurez! Sabemos que estamos madurando en nuestra fe y en ser más como Jesús cuando amamos, cuando perdonamos. A veces es muy difícil perdonar, créeme, lo sé. Pero el perdón es la meta de todo seguidor de Cristo. ¿Hay alguien a quien Jesús te esté llamando a perdonar? Pídele que libere tu corazón del dolor, la amargura o el resentimiento y que te ayude a entregarte al proceso del perdón.