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¿Cuánto dinero necesitas ahora mismo para resolver todos tus problemas? Me pregunto: ¿Sueñas despierto con lo bueno que sería si encontraras mucho dinero o alguien te dejara mucho en su testamento o ganaras la lotería?

Es fácil pensar que tener más dinero haría la vida mucho mejor, que resolvería todos tus problemas y se llevaría todos tus miedos. El dinero se apodera de tu corazón más rápido que cualquier otra cosa. La Biblia dice que el dinero es la raíz de todos los males, ¿verdad? ¡No, no! La Biblia no dice eso. Estoy señalando cosas que creemos que dice la Biblia, pero en realidad no dice. No dice que el dinero sea la raíz de todos los males, sino que el amor al dinero es la raíz de toda clase de males (1 Timoteo 6:10).

Verás, podrías estar en la ruina, sin hogar y sin dinero y aún así estar afligido por este pecado de amar el dinero. En nuestra sociedad de consumo, donde juzgamos el éxito por lo que ganas y lo que posees, el dinero está en el trono del corazón de muchas personas, incluidos los cristianos. ¡Se arrastra y ocupa el primer lugar en tu corazón en un abrir y cerrar de ojos, rápido y furioso!

Jesús dijo: ¡Tengan cuidado! Estén alerta contra toda clase de avaricia; la vida no consiste en la abundancia de bienes (Lucas 12:15).

La avaricia es el fruto venenoso que surge de amar el dinero, no necesariamente de tener dinero, sino de amarlo, de desearlo.

Cuando lo piensas, la avaricia es orgullo. Es un deseo que tenemos de mostrarle al mundo quiénes somos por nuestro estatus en la vida, nuestras posesiones y nuestra fama. La avaricia también es contagiosa. Si estás cerca de personas que tienen muchas cosas y que enfocan su vida en obtener cada vez más cosas, descubrirás que es muy difícil no dejarse llevar por esa mentalidad codiciosa. Además, la avaricia es cancerosa. Crece rápidamente y consume y destruye todo lo que toca. ¡No es de extrañar que Jesús dijera que debemos estar alerta contra todo tipo de avaricia!

Jesús continuó diciendo que la vida de un hombre no consiste en la abundancia de sus posesiones. Dijo que la vida es más que comida o ropa; más bien, la vida es paz y satisfacción. Estas cosas no se pueden comprar; se encuentran solo en Jesús.

Recuerda que amar el dinero produce todo tipo de codicia, y la codicia corromperá tu corazón y te creará muchos problemas.