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Hablemos de pasar por alto una ofensa. Estaba escuchando un podcast el otro día y el mensaje era sobre ser inofendible. La pregunta que se planteó fue: “¿Es realmente posible ser inofendible?” Y la respuesta fue… lo adivinaste…. Si. Y seamos honestos, puede ser difícil pasar por alto una ofensa.
Permíteme decir primero que ahora vivimos en una cultura en la que vemos que algunas personas se ofenden con tanta facilidad que es asombroso. ¡Se ha perdido el arte de tener una conversación respetuosa con opiniones diferentes y desacuerdos! Algunas personas buscan tener una razón para ofenderse.
Proverbios 12:16 dice: Un necio se enoja enseguida, pero una persona sabia mantiene la calma cuando la insultan.
Se reflexivo, se sabio. No seas necio.
Muchas disputas son tan insignificantes que deben resolverse pasando por alto silenciosa y deliberadamente una ofensa.
Proverbios 19:11 dice: Las personas sensatas no pierden los estribos; se ganan el respeto pasando por alto las ofensas.
Pasar por alto una ofensa es una forma de perdón e implica una decisión deliberada de no hablar de eso, no insistir en eso o dejar que se convierta en amargura o ira reprimida. Resolver un conflicto es imposible si no estás dispuesto o no puedes perdonar a los demás. La resolución radica en liberar el impulso de castigar, que solo puede servir para agotar y drenar tu vida. Demuestra disposición para perdonar y olvidar, y superar el conflicto sin guardar resentimientos o ira.
Y evita la triangulación. La triangulación es cuando, por ejemplo, estás molesto con tu compañera de trabajo Susan y en lugar de pasar por alto una ofensa o abordar directamente el conflicto con Susan, te quejas y chismeas con Jim. Llámalo desahogarse, resolver problemas o compartir una petición de oración, pero en realidad es un pecado.
¿Hay alguna ofensa que Dios te esté llamando a pasar por alto? Pídale a Jesús que te ayude.
Hemos hecho mucho autoexamen cuando se trata de conflictos. Pedirle a Dios que escudriñe nuestro corazón, reconociendo nuestra parte en el conflicto, siendo rápidos para escuchar… buscando comprender el punto de vista de la otra persona y pasando por alto una ofensa.