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Presentado por Lisa Bishop
¿Cómo se supone que debo estar agradecida cuando la vida me da limones? ¿Cómo puedo estar agradecida cuando la vida es difícil? ¿Alguna vez te has preguntado eso?
¿Cómo puedes estar agradecido cuando estás experimentando un conflicto en el trabajo o no te tienen en cuenta para un ascenso? Cuando las finanzas son ajustadas, tus sueños se sienten retrasados, o cuando has hecho esa misma oración un millón de veces, ¿y tus circunstancias no parecen cambiar? Puede que no sea fácil, pero es posible. La palabra de Dios nos instruye a hacer más que simplemente encontrar el lado positivo de las cosas. Dios nos enseña a ser agradecidos en circunstancias difíciles porque ha demostrado ser fiel incluso cuando la vida es difícil.
Filipenses 4:6-7 son versículos conocidos que citamos a menudo, pero ¿permitimos que nos instruyan cuando la vida se pone difícil?
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7).
A menudo entendemos la parte sobre no estar ansiosos, presentar nuestras peticiones y orar en cada situación, pero tendemos a pasar por alto un llamado clave a la acción: dar gracias.
¿Por qué estar agradecidos cuando ocurren dificultades? ¡Porque cuando estás agradecido en tiempos difíciles, se te promete paz! Ahora permíteme decirte que no estamos llamados a estar agradecidos por todos los desafíos que la vida nos presenta, sino a dar gracias porque sabemos que Dios está trabajando en nuestras circunstancias.
Y esto tampoco es un llamado a que te levantes por tus propios medios y pretendas que todo está bien. Tienes derecho a lamentarte cuando las cosas salen mal. La gratitud y el descontento pueden coexistir. La clave es no dejar que las quejas dominen la gratitud. Sé sincero con Dios, pero también recuerda su carácter. Él está contigo, aunque no tengas ganas. Tus sentimientos no siempre te dicen la verdad, solo la Palabra de Dios es verdadera y es por eso que debes renovar tu mente con la Palabra y orar con agradecimiento. Mientras oras y recuerdas el amor y la fidelidad constantes de Dios, la paz de Dios guardará tu corazón y tu mente en Cristo.
Si estás enfrentando una prueba en este momento, quiero recordarte que te mantengas firme. Dios está contigo y no permitirá que tus necesidades pasen desapercibidas o sin atender. Puede ser difícil, pero mantén los ojos abiertos y tu corazón atento a cómo está trabajando en tu favor, incluso en este mismo momento.
Aférrate a la verdad de la Palabra de Dios para superar los tiempos difíciles y sé agradecido.