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¿Hiciste un propósito de año nuevo para el 2021? Esos propósitos no duran mucho, por regla general. Lo que estoy sugiriendo es que no necesitas un propósito, solo necesitas una palabra, una palabra en la que te concentrarás todo el año. Una palabra que dice lo que quieres que Dios haga por ti este año. Una palabra que indica una actitud y un compromiso que estás dispuesto a asumir con la ayuda de Dios.
Del libro, My One Word (mi única palabra), aquí hay un ejemplo de una palabra que alguien eligió:
Mi palabra para el año es PAUSA. En mi ajetreada vida hay muchas ocasiones en que necesito hacer una pausa. Hacer una pausa para recordar estos días, porque pasarán volando muy rápido. Hacer una pausa para decir que sí. . . y no. Hacer una pausa para dar gracias. Hacer una pausa antes de hablar con ira, juicio o crítica. Hacer una pausa para decir lo siento. Hacer una pausa para pensar en la bondad y la misericordia de Dios.
Qué gran palabra para elegir para el 2021. ¿Ves cuántas áreas de tu vida podrían verse dramáticamente afectadas si te concentras en la palabra pausa durante un año? Centrarse en una sola palabra solo significa que orarás por ella con regularidad, todos los días, y buscarás el poder de Dios para efectuar los cambios que Él quiere hacer en tu vida a través de esa palabra. Luego, buscarías en la Biblia pasajes que se relacionen con tu única palabra.
Por ejemplo, si pausa fuera tu palabra, algunos versículos que podrías elegir son:
Salmo 46:10: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!»”.
Salmo 91: 1: ” Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso”.
Salmo 116: 7: ” Que mi alma descanse nuevamente, porque el Señor ha sido bueno conmigo”.
Yo recomendaría que después de elegir una palabra, comiences un diario de cómo Dios está usando esa palabra en tu vida. Lleva un registro de todos los versículos que te llegan durante el año como recordatorio de lo que esa palabra significa para tu vida. Si te comprometes seriamente a concentrarte en esa palabra, orarla y pedirle a Dios que te dé el poder para hacerla realidad en tu vida, te sorprenderás de cómo esa palabra realmente estará cambiando tu vida.