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¿Vives en un mundo perfecto? tienes un trabajo perfecto? Todos tenemos ciertos aspectos negativos en nuestra vida cotidiana. Y esas cosas afectan nuestras actitudes.
Ahora que tienes tu lista de tirones negativos, mírala y hazte esta pregunta:
- ¿Qué pasa en mi territorio?
Algunos de los aspectos negativos de tu lista simplemente van con el trabajo, sea cual sea el trabajo. Esos son los que debes aprender a aceptar. No van a desaparecer, y tus únicas opciones son quejarte constantemente y ser negativo al respecto, o aceptar que van con el territorio. Todos los tenemos.
Entonces pregúntate a ti mismo:
- Si no va con el territorio, ¿qué podría hacer para tratar de cambiarlo para que ya no sea negativo?
Si se trata de un problema de relación, ¿estaría dispuesto a programar un momento para hablar con esa persona en un ambiente relajado y no amenazante, y solo tratar de conocerla mejor? Eso casi siempre alivia una gran cantidad de problemas interpersonales.
Si crees que hay una mejor manera de hacer las cosas, ofrece tu sugerencia de manera constructiva. Vale la pena intentarlo. La mayoría de las conversaciones de quejas provienen de personas que no han hecho nada para resolver el problema, pero seguramente son libres con sus quejas y críticas. Si no tienes una solución, o no has ofrecido tu solución, no deberías lamentarte y quejarte del problema.
Después de haber hecho esas dos preguntas, pregúntate ahora:
- ¿He perdido mi perspectiva sobre alguno de estos aspectos negativos?
Hay una buena posibilidad de que permitas que algunas cosas muy pequeñas te causen un gran daño negativo. “¿Qué diferencia hará esto en 24 horas?” Ora para que no reacciones en exceso o permitas que las cosas menores se vuelvan tan importantes.
Si haces tu lista y luego haces esas tres preguntas, has dado el paso número dos para recuperar esa actitud en territorio positivo y mantenerla allí.